
La tensión comercial entre Estados Unidos y China ha alcanzado nuevos niveles tras las recientes declaraciones del presidente Donald Trump y la respuesta del Ministerio de Comercio chino. Según fuentes oficiales, la administración estadounidense ha intentado establecer contacto con Pekín a través de terceros para iniciar negociaciones sobre los aranceles impuestos a productos chinos, una propuesta que China ha calificado de «evaluación».
El conflicto se intensificó el mes pasado cuando Trump impuso aranceles del 145% a las importaciones chinas, en el marco de una estrategia más amplia que afecta a más de 90 socios comerciales. Aunque la mayoría de estos aranceles se suspendieron durante 90 días, la medida contra China se mantiene, con un arancel base del 10%. En respuesta, Pekín implementó aranceles del 125% sobre productos estadounidenses y restricciones a las exportaciones.
Posibilidad de Diálogo y Condiciones de China
El Ministerio de Comercio de China ha indicado que está tomando nota de los mensajes recientes de Estados Unidos y está considerando la posibilidad de entablar negociaciones. Sin embargo, enfatiza que la confianza se verá socavada si los aranceles unilaterales continúan vigentes. En un comunicado, el ministerio afirmó: «El US ha enviado recientemente mensajes a China a través de partes relevantes, esperando iniciar conversaciones. China está actualmente evaluando esto».
Trump, por su parte, ha insinuado que los aranceles podrían «reducirse sustancialmente» y ha hablado sobre la posibilidad de alcanzar un «acuerdo justo con China». Sin embargo, el secretario de Estado, Marco Rubio, declaró en un programa de Fox News que Beijing estaba «contactando» a Washington, una afirmación que China ha desmentido, acusando a Estados Unidos de engañar al público.
El Ministerio de Comercio de China ha reiterado que para que haya un diálogo significativo, Estados Unidos debe demostrar «sinceridad» cancelando los aranceles. «Si luchamos, lucharemos hasta el final; si hablamos, la puerta está abierta», subrayó el ministerio. Además, enfatizó que Pekín solo aceptará negociaciones de buena fe, advirtiendo que «decir una cosa y hacer otra, o incluso intentar coaccionar y chantajear bajo la apariencia de conversaciones, no funcionará con China».
Analistas anticipan que las negociaciones podrían comenzar pronto, especialmente ante la reciente volatilidad del mercado y la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento global por parte del Fondo Monetario Internacional, debido a la incertidumbre comercial. Sin embargo, algunos observadores sugieren que los anuncios formales de diálogo no se realizarán hasta que ambas partes acuerden los términos de un acuerdo sobre aranceles en privado.