
Warren Buffett, aclamado empresario y figura icónica en el mundo de las inversiones, ha anunciado su intención de solicitar al consejo de administración de Berkshire Hathaway que Greg Abel le suceda como CEO a finales de este año. Esta decisión, aunque esperada desde 2021 cuando Abel fue designado como su sucesor, ha sorprendido a muchos de los miles de accionistas que se congregaron en la reunión anual de la compañía en Omaha.
Buffett, que a sus 94 años continúa mostrando una lucidez admirable, comunicó esta noticia en los últimos momentos de la reunión. «Mañana tendremos una reunión del consejo de Berkshire, y tenemos 11 directores. Dos de ellos, mis hijos Howie y Susie, conocen lo que voy a discutir allí. Para el resto, esto será una novedad, pero creo que ha llegado el momento de que Greg se convierta en el director ejecutivo de la compañía a finales de año», declaró Buffett.
A pesar de su inminente retirada, Buffett ha dejado claro que seguirá colaborando, aunque el liderazgo final recaerá en Abel, actual vicepresidente de operaciones no aseguradoras, quien cuenta con 62 años de edad. La confianza que Buffett tiene en su sucesor es evidente, afirmando que «la decisión de mantener cada acción es una decisión económica porque creo que las perspectivas de Berkshire serán mejores bajo la gestión de Greg que bajo la mía».
Durante la reunión, que conmemoraba 60 años de liderazgo de Buffett en Berkshire Hathaway, este reiteró su compromiso con la compañía, afirmando que no tiene intención de vender ninguna de sus acciones. Esta declaración refuerza la fe que tiene en la dirección futura de la empresa, algo que podría interpretarse como un reflejo de la estabilidad que se busca en el liderazgo corporativo, en contraste con las situaciones de inestabilidad que enfrentan otros líderes globales.
Buffett y Abel también mantuvieron una conversación con Becky Quick de CNBC tras la reunión, donde se discutió la formalización del rol de Buffett en el consejo, que actualmente ocupa como CEO y presidente del conglomerado. Sin embargo, aún no está claro si Abel asumirá también el papel de presidente, lo que añade un matiz interesante a la transición del liderazgo en una de las empresas más influyentes del mundo.