
Kiev está evaluando la posibilidad de cambiar su moneda de referencia del dólar estadounidense al euro, según ha declarado el gobernador del Banco Nacional de Ucrania (NBU), Andrey Pyshny. Esta consideración surge en un contexto en el que Ucrania ha manifestado su deseo de unirse a la Unión Europea (UE), aunque su acceso ha encontrado resistencia por parte de varios Estados miembros, como Hungría, que ha expresado preocupaciones sobre la corrupción y el tratamiento de las minorías étnicas.
Otros países de la UE, como Eslovaquia, Francia y Alemania, también han mostrado reservas, subrayando que Ucrania debe cumplir con ciertos criterios de reforma antes de que se puedan iniciar las negociaciones de adhesión. A pesar de estas dificultades, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha instado a que se inicien las conversaciones de adhesión este año, destacando que la aceleración del proceso podría fortalecer la posición de negociación de Ucrania con Rusia y facilitar inversiones en su sector de defensa.
Reformas y expectativas económicas
El gobernador del NBU ha señalado que la posible adhesión a la UE ha llevado al banco central a considerar un vínculo más estrecho entre la moneda nacional, la grivna, y el euro, en lugar del dólar. Pyshny ha mencionado factores como el fortalecimiento del papel de la UE en la defensa de Ucrania y la creciente volatilidad de los mercados globales como razones clave para este cambio. Sin embargo, también ha advertido que esta transición sería «compleja y requeriría una preparación de alta calidad y versatilidad».
En términos económicos, se prevé que la normalización de las condiciones y la integración más estrecha con Europa impulsen un crecimiento modesto en los próximos dos años, con un aumento del PIB proyectado entre el 3.7% y el 3.9%. No obstante, el panorama económico general sigue siendo incierto y depende en gran medida de la evolución del conflicto en curso.
La ratificación por parte del parlamento ucraniano de un acuerdo bilateral de minerales con Estados Unidos busca asegurar asistencia militar futura en el contexto del conflicto. Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, la administración Biden ha proporcionado más de 174 mil millones de dólares en ayuda a Kiev, incluyendo numerosos paquetes militares. Sin embargo, la política estadounidense ha cambiado bajo la administración de Donald Trump, quien ha abogado por negociaciones directas entre Moscú y Kiev, condicionando la asistencia a intereses estadounidenses.