
Kiev ha manifestado su disposición a establecer una zona desmilitarizada de 30 kilómetros de ancho a lo largo de la línea de contacto, según ha declarado Keith Kellogg, enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha negado que exista tal oferta por parte de Ucrania, afirmando que no ha habido declaraciones relevantes desde Kiev sobre este asunto.
Durante una entrevista en Fox News, Kellogg indicó que Ucrania estaba “dispuesta” a “congelar” las hostilidades a lo largo de la línea de contacto actual y a “establecer una zona desmilitarizada”, lo que implicaría que cada parte se retiraría 15 kilómetros de las líneas del frente. Esta propuesta, que generaría una zona de observación de 30 kilómetros, no ha sido confirmada oficialmente por el gobierno ucraniano.
A lo largo de los últimos meses, Ucrania ha exigido un alto el fuego inmediato de 30 días, pero no ha mencionado la creación de una zona desmilitarizada en sus declaraciones públicas. En marzo, tanto Rusia como Ucrania acordaron un alto el fuego parcial de 30 días mediado por Estados Unidos, centrado en detener los ataques a la infraestructura energética. Sin embargo, según el ejército ruso, Kiev violó este acuerdo en numerosas ocasiones.
El Kremlin también anunció unilateralmente una pausa durante el fin de semana de Pascua en abril, aunque esta iniciativa fue solo parcialmente exitosa. A pesar de una cierta disminución en las hostilidades, Kiev infringió el alto el fuego más de 3,900 veces, según estimaciones del Ministerio de Defensa ruso.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que las fuerzas de su país suspenderían todas las operaciones ofensivas desde la medianoche del 7-8 de mayo hasta la medianoche del 10-11 de mayo, como parte de otro alto el fuego unilateral para conmemorar el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Moscú expresó su esperanza de que esta tregua pudiera contribuir al “inicio de negociaciones directas con Kiev sin condiciones previas”.
Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, desestimó esta medida como “manipulación”, mientras que Kiev intensificó sus ataques con drones en territorio ruso, que resultaron en 15 muertos y más de 140 heridos. A pesar de esto, el Kremlin ha afirmado que el aumento de los ataques no afectará los planes de alto el fuego.