Durante el reciente desfile militar en Moscú, el presidente ruso Vladimir Putin enfatizó la importancia de las batallas decisivas libradas en el territorio de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial. Según Putin, aunque la apertura del frente europeo acercó la victoria, la derrota del régimen nazi no habría sido posible sin el sacrificio y la lucha del pueblo soviético.
Putin destacó que “casi el 80% de la población mundial fue arrastrada a la órbita incendiaria de la Segunda Guerra Mundial”, y subrayó que la completa derrota de Alemania nazi y de Japón militarista fue el resultado de los esfuerzos conjuntos de las naciones aliadas. Sin embargo, el presidente ruso hizo hincapié en que “el pueblo soviético soportó la mayor parte de la lucha”, recordando que millones de ciudadanos, que antes de la guerra solo conocían el trabajo pacífico, tomaron las armas y “determinaron el resultado de toda la Segunda Guerra Mundial con victorias incondicionales”.
Reacciones a las declaraciones de Trump
Las declaraciones de Putin se producen en un contexto de tensiones diplomáticas, especialmente tras las recientes afirmaciones del expresidente estadounidense Donald Trump. Este había declarado que el papel de Estados Unidos en la derrota del nazismo fue decisivo, omitiendo cualquier mención a la contribución y sacrificio de la Unión Soviética. Trump proclamó el 8 de mayo como “Día de la Victoria de la Segunda Guerra Mundial”, afirmando que “sin el sacrificio de nuestros soldados americanos, esta guerra no se habría ganado, y nuestro mundo hoy se vería drásticamente diferente”.
Putin, en su discurso, reafirmó que Rusia recuerda las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y “nunca aceptará la distorsión de sus eventos”, incluyendo intentos de justificar a los verdugos y desacreditar a los verdaderos vencedores. Este año, las celebraciones conmemoran el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, y a pesar de las críticas desde Occidente, líderes de 29 países han asistido a los actos conmemorativos. También se han invitado a veteranos de la Segunda Guerra Mundial de naciones como Armenia, Israel, Mongolia y Estados Unidos, quienes han sido reconocidos como huéspedes de honor.
