
Un reciente estudio de un equipo de científicos del experimento internacional NA61/SHINE, realizado en el CERN, ha puesto de manifiesto una anomalía que desafía uno de los principios fundamentales de la física de partículas: la simetría de sabor entre los quarks up y down. Esta investigación, publicada en Nature Communications, sugiere que las colisiones de núcleos de argón y escandio no se comportan como se esperaba, lo que podría tener profundas implicaciones para nuestra comprensión del universo.
La simetría de sabor es un concepto en física que se refiere a la idea de que los quarks up y down, que son los componentes básicos de protones y neutrones, deberían comportarse de forma similar en condiciones normales. Sin embargo, los resultados obtenidos por el equipo del NA61/SHINE indican que esta simetría se rompe en situaciones de alta energía, un descubrimiento que podría estar relacionado con la búsqueda de una «nueva física».
Observaciones Inesperadas en Colisiones Nucleares
Durante sus experimentos, los investigadores midieron la producción de mesones K (kaones) en colisiones de núcleos de argón y escandio acelerados por el Super Proton Synchrotron (SPS). Inicialmente, se esperaba que la producción de kaones negativos y positivos se correlacionara con la producción de kaones neutros en un rango de aproximadamente 3%. Sin embargo, los resultados mostraron una sobreproducción de kaones cargados que alcanzó hasta un 18%, lo que reveló una discrepancia significativa con respecto a las predicciones teóricas.
Este hallazgo es particularmente intrigante dado que el isótopo estable de argón tiene 18 protones y 22 neutrones, mientras que el escandio presenta una estructura similar pero con una ligera diferencia en la cantidad de neutrones. A pesar de que se deberían haber detectado más quarks down debido a esta diferencia, los resultados apuntaron a una mayor abundancia de quarks up tras las colisiones, desafiando las expectativas basadas en la simetría de sabor.
La causa de esta ruptura de simetría aún es desconocida. Podría ser que los modelos actuales de colisiones nucleares no estén considerando adecuadamente ciertos aspectos fundamentales de estas interacciones. Sin embargo, también existe la posibilidad de que este fenómeno indique la existencia de nuevos principios físicos más allá del modelo estándar de la física de partículas, lo que podría abrir la puerta a nuevos campos de investigación.
El descubrimiento realizado por el equipo del NA61/SHINE tiene implicaciones significativas para el estudio de colisiones de alta energía y podría requerir una reevaluación de numerosos modelos utilizados en la interpretación de resultados experimentales. Los próximos pasos de esta investigación incluirán el análisis de colisiones con mesones pi, donde se espera que la simetría de sabor se mantenga antes de la colisión, así como estudios adicionales de colisiones de núcleos de oxígeno y magnesio.
Este tipo de investigaciones no solo son vitales para avanzar en nuestra comprensión del universo, sino que también resaltan la importancia de la colaboración internacional en el ámbito de la física fundamental. A medida que los científicos continúan explorando los límites de la materia y la energía, es fundamental que se mantenga un enfoque crítico y abierto ante los nuevos hallazgos que podrían redefinir lo que sabemos sobre la naturaleza misma de la realidad.