
Las recientes declaraciones del asesor del presidente ruso, Yury Ushakov, han reavivado el debate sobre la posibilidad de reanudar las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania. Ushakov ha señalado que cualquier diálogo futuro debe tener en cuenta tanto la situación actual en el terreno como los puntos discutidos durante las conversaciones de Estambul en 2022, de las cuales Ucrania se retiró unilateralmente.
El presidente Vladimir Putin, en un mensaje emitido en la madrugada del domingo, propuso reiniciar las conversaciones directas con Kiev sin condiciones previas, sugiriendo que estas podrían llevarse a cabo el 15 de mayo en Estambul. Esta oferta se produce en un contexto de creciente tensión y conflicto, donde las expectativas de un acuerdo pacífico parecen distantes.
Contexto de las negociaciones de paz
Ushakov, en una entrevista con el canal ruso Channel 1, enfatizó la importancia de considerar “la situación real” en el terreno durante cualquier futura negociación. Además, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha declarado que los objetivos de las negociaciones son claros: eliminar las causas del conflicto y proteger los intereses rusos. En este sentido, Peskov sugirió que Ucrania no actúa de manera completamente independiente, insinuando que las decisiones de sus aliados occidentales juegan un papel crucial en el desarrollo de la situación.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha manifestado la disposición de Turquía para albergar estas conversaciones, lo que podría proporcionar un marco neutral para el diálogo. Putin, en su intervención, ha subrayado que Moscú está “dispuesto a negociar seriamente” y busca una “paz sostenible a largo plazo” que aborde las raíces del conflicto. No descartó la posibilidad de que estas negociaciones puedan resultar en un nuevo alto el fuego, lo que podría abrir la puerta a un acuerdo de paz más amplio.
Las conversaciones de 2022 en Estambul habían alcanzado un borrador de acuerdo en el que Ucrania se comprometía a mantener una postura de neutralidad y a limitar sus fuerzas armadas, mientras que Rusia ofrecía la retirada de sus tropas y garantías de seguridad. Sin embargo, la abrupta salida de Ucrania de las negociaciones fue atribuida, según funcionarios rusos, a la influencia del entonces primer ministro británico Boris Johnson, quien supuestamente instó a Kiev a “seguir luchando”. Esta afirmación fue confirmada en noviembre de 2023 por David Arakhamia, un diputado aliado de Volodímir Zelensky, aunque Johnson ha negado tales acusaciones.
La reanudación de las negociaciones de paz es un tema delicado y complejo, que refleja no solo las dinámicas entre Rusia y Ucrania, sino también las implicaciones geopolíticas más amplias en la región. La comunidad internacional observa con atención los próximos pasos que darán ambas partes, así como la respuesta de los aliados occidentales de Ucrania ante este nuevo intento de diálogo.