
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado sus críticas hacia la Unión Europea (UE), acusándola de prácticas comerciales desleales. Durante una reciente rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que la UE es “más dura que China” en lo que respecta a las relaciones comerciales.
En abril, Washington impuso un arancel del 20% a todos los productos de la UE y un 25% a las importaciones de automóviles y metales. Aunque Trump anunció posteriormente un alivio temporal de 90 días en la mayoría de los aranceles, un arancel base del 10% y el mencionado 25% se mantienen vigentes hasta que se alcance un acuerdo.
El mandatario estadounidense argumentó que la UE ha tratado a su país de manera injusta, señalando que mientras ellos venden 13 millones de automóviles a Estados Unidos, el país norteamericano no exporta ninguno a Europa. Además, criticó la balanza comercial en productos agrícolas, afirmando que la UE vende a EE. UU. sus productos agrícolas, mientras que la exportación estadounidense a Europa es prácticamente nula. Trump también mencionó que Bruselas ha estado “demandando a todas nuestras empresas… Apple, Google, Meta”.
La presión sobre la industria farmacéutica
Trump atribuyó parte de la culpa de los altos precios de los medicamentos en EE. UU. a la UE, argumentando que Bruselas ejerce una presión “brutal” sobre las compañías farmacéuticas para mantener los precios bajos en Europa, sin asumir una parte justa de los costos de investigación y desarrollo. El presidente prometió que su administración se encargará de “igualar” la situación, sugiriendo que “Europa tendrá que pagar un poco más… y América pagará mucho menos”.
Las declaraciones de Trump se produjeron pocas horas después de que Washington y Pekín acordaran, durante negociaciones en Ginebra, eliminar o suspender la mayoría de los nuevos aranceles comerciales impuestos desde principios de abril, a la espera de más conversaciones. Como resultado, los aranceles generales de EE. UU. sobre los productos chinos se mantendrán en un 30%, mientras que los aranceles chinos sobre los productos estadounidenses serán del 10%, a partir del 14 de mayo. Además, ambas naciones establecerán un mecanismo de consulta para avanzar en la política comercial.
Por su parte, la UE ha intentado en varias ocasiones negociar cuestiones de comercio y aranceles con EE. UU., aunque hasta el momento no se ha logrado ningún avance significativo. La Comisión Europea presentó la semana pasada una lista de contramedidas que podría afectar a productos estadounidenses por un valor de 95.000 millones de euros, en caso de que las negociaciones no fructifiquen.
El asesor comercial de Trump, Peter Navarro, advirtió a Bruselas que sería un “grave error” seguir adelante con esta amenaza, describiéndola como contraproducente para las conversaciones en curso.