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EE.UU. impone aranceles del 100% a películas extranjeras para proteger su industria cultural

In Sin categoría
mayo 13, 2025

Recientemente, el gobierno de Estados Unidos anunció un plan para imponer un arancel del 100% a las películas «extranjeras». El presidente Donald Trump justificó esta medida como un intento de proteger la industria cinematográfica estadounidense, citando además razones de «seguridad nacional» y «propaganda». Aunque tal anuncio puede parecer fuera de lugar en medio de negociaciones comerciales centradas en el acero y los automóviles, la cultura ha sido históricamente un componente clave en las relaciones comerciales de América del Norte.

En mi libro, Trading on Art: Cultural Diplomacy and Free Trade in North America, analizo cómo la cultura se convirtió en una herramienta vital para moldear las relaciones entre Canadá, México y Estados Unidos. Me enfoco en el arte visual, incluidas exposiciones e iniciativas de museos, para demostrar cómo la cultura está entrelazada con la negociación del libre comercio en América del Norte.

Historia de las negociaciones culturales

En la última parte del siglo XX, cuando Canadá negociaba el Tratado de Libre Comercio entre Canadá y Estados Unidos (más tarde expandido en el TLCAN), la cultura fue central en los debates sobre el libre comercio. Este periodo estuvo marcado por la ansiedad sobre el imperialismo cultural estadounidense y las preocupaciones acerca de la protección de la producción cultural canadiense. Finalmente, a instancias de Canadá, la cultura fue formalmente excluida de los acuerdos de libre comercio, aunque con provisiones limitadas enfocadas en las industrias culturales. Sin embargo, a pesar de que esta exención puede dar la impresión de que la cultura no tiene nada que ver con la historia del libre comercio, mi investigación demuestra lo contrario.

Esta exención no solo se trata de proteger mercados. La politóloga Patricia Goff sostiene que también proviene de un «deseo de mantener… una identidad cultural distinta». La cultura ocupó un lugar clave en las discusiones sobre el impacto del libre comercio, sirviendo como un medio para construir nuevas identidades geopolíticas y reforzar la alianza comercial.

La cultura se movilizó de diversas maneras, funcionando como una herramienta unificadora, pero también como un espacio de crítica. Por ejemplo, tras la creación del TLCAN, la exposición en línea Panoramas: The North American Landscape in Art reunió obras de arte de Canadá, México y Estados Unidos, adoptando un nuevo enfoque transnacional y explorando los paisajes a lo largo del continente.

Otras obras, como Free Expression de los artistas canadienses Carole Condé y Karl Beveridge, articulaban una respuesta crítica al inminente libre comercio, reflejando la preocupación por el dominio cultural estadounidense y la necesidad de proteger a los productores culturales canadienses.

Los tres gobiernos—Canadá, México y Estados Unidos—utilizaron exposiciones de arte como una forma de crear y compartir historias sobre la unidad norteamericana. Mientras que el arte ha sido históricamente utilizado para narrativas nacionales, esta colaboración representó un cambio en la forma de abordar la identidad cultural del continente.

A lo largo de gran parte del siglo XX, la gente no concebía a América del Norte como una entidad cultural unificada. En cambio, las Américas eran vistas como divididas entre el mundo anglosajón y el latino. El arte se presentó como un medio para superar esta división, proporcionando una forma de apoyar y representar la nueva alianza entre Canadá, México y Estados Unidos bajo el libre comercio.

Las exposiciones ofrecieron una manera de representar a América del Norte desde una nueva perspectiva, planteando interrogantes sobre cómo podían Canadá, México y Estados Unidos entenderse como parte de un grupo regional. Estas muestras operaron a múltiples niveles: uniendo obras que ayudaban a establecer conexiones visuales y temáticas, facilitando encuentros entre profesionales culturales y forjando relaciones entre museos.

Asimismo, las exposiciones también ofrecieron espacios diplomáticos. Muchas inauguraciones celebraron momentos específicos en las relaciones bilaterales y trilaterales, creando y facilitando espacios sociales para conexiones diplomáticas y gubernamentales. De esta manera, estas exposiciones funcionaron como una forma de diplomacia cultural, algunas iniciadas por gobiernos para marcar la integración económica del continente.

Sin embargo, no todos los mensajes de este periodo eran optimistas. Un cuerpo de arte contemporáneo cuestionó y desafió el libre comercio. Para muchos artistas canadienses, su trabajo ofreció un medio para criticar la creciente integración económica bajo el libre comercio. En las décadas de 1980 y 1990, el arte en video se convirtió en un sitio particularmente activo para este tipo de crítica.

El video, un medio accesible y fácilmente diseminable, criticó la cobertura mediática del libre comercio y reflexionó sobre el nacionalismo cultural. Además, estuvo estrechamente vinculado a las protestas contra la globalización que comenzaron con la integración económica de América del Norte. El video no solo proporcionó un espacio para la expresión creativa, sino que también sirvió para documentar las protestas, mejorando la seguridad de los activistas que grababan sus encuentros con las fuerzas del orden.

A medida que los acuerdos de libre comercio remodelaron radicalmente las economías y las comprensiones públicas del hemisferio occidental, la cultura a menudo se pasa por alto en las historias del libre comercio y se considera un tipo de «poder blando». Sin embargo, la esfera cultural no está separada de la vida diaria ni de las preocupaciones políticas y económicas. El arte y las exposiciones de este periodo ofrecen una perspectiva rica sobre cómo se percibió y se contestó el libre comercio. La examinar la cultura también revela cómo se utilizó para construir una identidad norteamericana.

En el contexto actual de la renegociación del Tratado entre Canadá, Estados Unidos y México y en medio de la guerra arancelaria vigente, los lazos entre estos países parecen frágiles. Es crucial prestar atención a cómo se utilizará la cultura como herramienta para fortalecer o fracturar estas conexiones.

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Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.