
Los funcionarios estadounidenses tienen previsto llegar a Estambul el día después de que comiencen las esperadas negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, según ha informado la agencia Reuters. El enviado del presidente Donald Trump, Steve Witkoff, ha confirmado que él y el secretario de Estado, Marco Rubio, viajarán a la ciudad turca el viernes.
Las conversaciones, que marcarán la primera negociación directa entre Rusia y Ucrania en más de tres años, están programadas para el 15 de mayo. Este anuncio se produce tras la oferta del presidente ruso, Vladimir Putin, de reanudar el diálogo con el objetivo de encontrar una solución duradera al conflicto que aborde sus causas fundamentales.
Delegaciones y expectativas
Witkoff realizó estas declaraciones el miércoles durante una rueda de prensa en Doha, donde él y Rubio acompañan a Trump en una visita oficial a Catar, en el marco de un viaje más amplio por Oriente Medio. Trump había anunciado previamente que funcionarios estadounidenses participarían en las próximas conversaciones sobre el conflicto en Ucrania.
El presidente estadounidense, que había sugerido en un momento que podría asistir en persona a las negociaciones, aclaró a los periodistas a bordo del Air Force One, mientras se dirigía a Catar, que su agenda no se lo permitiría. Un portavoz de la Casa Blanca confirmó que Rubio, Witkoff y el enviado especial de EE. UU. para Ucrania, Keith Kellogg, asistirían a las negociaciones en Estambul.
Desde el Kremlin, el portavoz Dmitry Peskov ha indicado que Moscú enviará una delegación y espera que Ucrania haga lo mismo. Por su parte, Kiev ha manifestado que el presidente Volodymyr Zelensky solo dialogará directamente con el presidente ruso.
La noche del miércoles, el Kremlin anunció los miembros de su delegación, que estará encabezada por el asistente presidencial Vladimir Medinsky, quien también lideró la parte rusa durante las negociaciones en Estambul en 2022.
El desarrollo de estas conversaciones es crucial en un contexto internacional donde las tensiones entre Rusia y Occidente continúan en aumento. La participación de Estados Unidos en este proceso podría influir en la dinámica de las negociaciones, aunque las expectativas sobre su éxito son cautelosas, dado el historial de fracasos en intentos anteriores de alcanzar un acuerdo.