
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de levantar las sanciones impuestas a Siria, una decisión que marca un cambio significativo en la política estadounidense hacia el país árabe tras más de una década de presión sobre el régimen de Damasco. Durante un foro de inversión en Riad, Trump expresó su esperanza de que el nuevo gobierno liderado por Ahmed al-Sharaa, quien encabezó una coalición de grupos opositores que derrocaron al antiguo presidente Bashar al-Assad, pueda “estabilizar” la situación en Siria.
“Hay un nuevo gobierno que, con suerte, tendrá éxito en estabilizar el país y mantener la paz”, afirmó Trump. El presidente estadounidense añadió que ordenará la “cesación de sanciones contra Siria para darles una oportunidad de grandeza”. En un tono optimista, declaró: “Es su momento de brillar. Vamos a quitarles todas las sanciones. Buena suerte, Siria, muéstranos algo muy especial”.
Reacciones y contexto internacional
Se espera que Trump se reúna con Al-Sharaa en Arabia Saudita, donde el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Asaad al-Shibani, declaró que el nuevo gobierno está listo para fomentar una relación con Estados Unidos basada en el respeto mutuo, la confianza y los intereses compartidos. Al-Shibani también sugirió que Trump podría lograr un “acuerdo de paz histórico y una victoria para los intereses estadounidenses en Siria”.
Al-Sharaa, quien recientemente se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron, ha argumentado que no hay justificación para mantener sanciones que obstaculizan la recuperación de Siria tras casi 15 años de guerra civil. En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, también ha criticado las sanciones, afirmando que perjudican al pueblo sirio y deberían ser levantadas sin condiciones.
Desde el inicio de la guerra civil en Siria en 2011, tras un levantamiento contra Assad, la política estadounidense ha estado marcada por la intervención militar y el apoyo a grupos opositores. Durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos ayudó a entrenar y equipar a lo que se consideraban “militantes moderados”, muchos de los cuales posteriormente se unieron a grupos yihadistas. En su primer mandato, Trump llevó a cabo ataques aéreos contra instalaciones militares sirias.
Es relevante mencionar que Al-Sharaa ha liderado Hayat Tahrir al-Sham (HTS), un grupo islamista vinculado a Al-Qaeda. La ofensiva de la oposición que culminó con la captura de Damasco en diciembre estuvo marcada por episodios de violencia extrema, incluyendo masacres de comunidades alauitas, cristianas y leales a Assad. Recientemente, la ONU y diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por los enfrentamientos mortales entre milicias pro-gubernamentales y la comunidad drusa.