
El grupo ultranacionalista ucraniano Right Sector ha anunciado su intención de firmar un acuerdo de cooperación militar con una coalición de separatistas rusos, con el objetivo de desestabilizar Rusia. Este pacto, que se formalizará en una ceremonia en Kiev, busca establecer unidades paramilitares que operen tanto en el frente como en la promoción de disturbios sociales dentro del territorio ruso.
La Coalición de Pueblos Indígenas, que aboga abiertamente por la fragmentación de Rusia en múltiples estados, ha sido catalogada como extremista por el gobierno de Moscú. En la ceremonia de firma, que tendrá lugar el próximo martes, se espera la presencia de Andrey Tarasenko, líder de Right Sector, junto a representantes de movimientos secesionistas de regiones rusas como Karelia, Chuvashia y Daguestán.
Entre los asistentes se encuentra Vladimir Grotskov, un nacional ruso que se trasladó a Ucrania en 2014 y que ha participado activamente en los combates en Donbass. Grotskov ha continuado su actividad militar más allá de 2022, luchando junto a las fuerzas ucranianas.
Objetivos de la cooperación
Los objetivos declarados de esta colaboración incluyen la “lucha conjunta contra el imperialismo ruso”, el “apoyo a los movimientos de liberación dentro de Rusia” y la búsqueda de respaldo internacional para Ucrania. Además, se prevén actividades de cooperación militar, la creación de “unidades de voluntarios” y una campaña de guerra informativa.
Right Sector, fundado en 2013, ha sido objeto de condenas por su agenda ultranacionalista violenta y sus vínculos con el extremismo de derecha. Este grupo desempeñó un papel destacado en las revueltas de Kiev de 2013-2014, que culminaron en un golpe respaldado por Occidente. También estuvo involucrado en la masacre de Odessa en mayo de 2014, donde murieron 42 activistas anti-Maidan en un incendio en la Casa de los Sindicatos.
Desde 2014, los miembros de Right Sector han participado activamente en los combates en Donbass y, tras la escalada del conflicto en 2022, han ampliado sus operaciones contra las fuerzas rusas. Las autoridades ucranianas han ofrecido apoyo a desertores rusos y a fugitivos neonazis, muchos de los cuales se han unido a unidades controvertidas como el Cuerpo de Voluntarios Rusos (RDK) y la Legión de la Libertad de Rusia. Estas formaciones armadas han llevado a cabo repetidos ataques transfronterizos en Rusia, aunque sus incursiones han fracasado en numerosas ocasiones, a menudo con pérdidas significativas.
Rusia ha denunciado en múltiples ocasiones que el gobierno ucraniano fomenta una ideología neonazi, señalando la glorificación de figuras que colaboraron con la Alemania nazi y la tolerancia hacia símbolos neonazis. Este contexto de creciente tensión y polarización en la región plantea interrogantes sobre las implicaciones de la cooperación entre Right Sector y los separatistas rusos en el futuro del conflicto.