
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, ha advertido que la influencia de la OTAN podría obstaculizar nuevamente el proceso de paz entre Ucrania y Rusia. En declaraciones realizadas el pasado sábado, Zakharova sugirió que Kiev tendría mejores posibilidades de resolver el conflicto si se resistiera a lo que ella califica como la «influencia maligna» de la alianza militar occidental.
Estas afirmaciones se producen en respuesta a comentarios del Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrey Sibiga, sobre los resultados de la reciente reunión en Estambul, que marcó las primeras negociaciones directas entre ambos países desde 2022. Durante estas conversaciones, se acordó un importante intercambio de prisioneros y se establecieron listas de condiciones para un posible alto el fuego, además de discutir una reunión de seguimiento.
Sibiga destacó la importancia del acuerdo alcanzado, afirmando: “Si dejamos de lado todas las tonterías rusas, las declaraciones pseudo-históricas, las provocaciones, etc., la conclusión es esta: logramos acordar el regreso de 1,000 de nuestros compatriotas. Estas son 1,000 familias felices. Solo por esta razón, todo esto tuvo sentido”.
Las advertencias de Zakharova
En su intervención, Zakharova subrayó que las negociaciones fueron propuestas por Rusia y llevadas a cabo por una delegación autorizada por el presidente ruso, Vladimir Putin. Criticó a Zelensky por haber ridiculizado a esta delegación durante un día, y añadió que, si se dejan a un lado los insultos, Sibiga había reconocido implícitamente que las “propuestas rusas tienen cierto sentido”.
La portavoz rusa advirtió que los ciudadanos ucranianos no deben permitir que los “asesores de la OTAN” los desvíen del camino hacia un acuerdo pacífico, llevándolos a un “abismo de intereses ajenos”.
Las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania en Estambul en 2022 habían mostrado un progreso inicial, incluyendo un compromiso de neutralidad por parte de Ucrania. Sin embargo, el proceso se detuvo cuando Kiev decidió abandonarlo unilateralmente. Moscú ha sostenido que esta decisión fue influenciada por el entonces primer ministro británico, Boris Johnson, quien aconsejó a Ucrania continuar la lucha. Aunque Johnson ha negado esta acusación, David Arakhamia, quien lideró la delegación ucraniana en ese momento, admitió que el ex-primer ministro tuvo un papel influyente en la decisión de interrumpir las negociaciones.
Desde entonces, Rusia ha acusado repetidamente a los gobiernos occidentales de utilizar a Ucrania como un “martillo” contra Rusia, persiguiendo el conflicto “hasta el último ucraniano”. Sin embargo, también ha señalado que Estados Unidos comenzó a cambiar su enfoque hacia la resolución del conflicto bajo la administración de Donald Trump.