Al menos diez personas han perdido la vida en un atentado suicida ocurrido el pasado domingo en las inmediaciones de una base militar en la capital de Somalia, Mogadiscio. El atacante dirigió su ataque contra una fila de jóvenes reclutas que esperaban para enlistarse en las fuerzas armadas.
La explosión tuvo lugar en la entrada de la instalación militar Damanyo y ha sido reivindicada por el grupo islamista militante Al-Shabaab. Testigos presenciales describieron el devastador escenario posterior al ataque, con calzado esparcido y los restos del atacante esparcidos por el área.
Un capitán militar que se identificó como Suleiman relató el ataque, afirmando que un hombre salió de un tuk-tuk a gran velocidad, se unió a la cola de reclutas y detonó los explosivos. “Vi a diez personas muertas, incluidos reclutas y transeúntes. Es posible que el número de fallecidos aumente”, declaró a Reuters.
Personal médico en un hospital militar cercano confirmó que 30 personas fueron ingresadas con heridas, de las cuales seis fallecieron poco después de su llegada.
Reacción y contexto del ataque
Las fuerzas de seguridad acordonaron rápidamente el lugar de la explosión, restringiendo el acceso mientras los servicios de emergencia e investigadores se movilizaban. En una declaración emitida el mismo día, Al-Shabaab se atribuyó la responsabilidad del atentado, alegando que había causado la muerte de 30 soldados y heridas a 50 más. Este grupo, que mantiene vínculos con Al-Qaeda, ha estado llevando a cabo una prolongada insurgencia en Somalia desde 2007. Hasta el momento, los funcionarios del gobierno no han respondido públicamente al ataque.
La explosión recuerda a un incidente mortal ocurrido en 2023, cuando un atacante suicida mató a 25 soldados en la base Jale Siyad, situada justo enfrente de Damanyo. Este último atentado se produjo un día después del asesinato del coronel Abdirahmaan Hujaale, comandante del Batallón 26, quien fue asesinado en la región de Hiiran, en medio de crecientes preocupaciones sobre la infiltración de operativos de Al-Shabaab en las filas del gobierno y las fuerzas de seguridad.
Los grupos insurgentes vinculados a Al-Qaeda, en particular Al-Shabaab, han estado llevando a cabo ataques regulares en varios estados africanos, incluidos aquellos en la región del Sahel, como Burkina Faso, Malí y Somalia en el este de África.
