El ultramaratonista ruso Ivan Zaborsky ha logrado una hazaña notable al convertirse en el único corredor en superar los 1,000 kilómetros en la exigente carrera de resistencia ‘6 Días de Francia’, que concluyó el 4 de mayo. Sin embargo, su récord no será reconocido por la Asociación Internacional de Ultrarunners (IAU), que ha decidido no validar las actuaciones de atletas rusos y bielorrusos debido a las sanciones impuestas tras la invasión de Ucrania.
Con 37 años, Zaborsky se destacó en la competición, donde su más cercano competidor, el belga Frank Gielen, alcanzó aproximadamente 900 kilómetros. A pesar de su impresionante rendimiento, la IAU emitió un comunicado indicando que no reconocerá su récord, citando la “suspensión provisional impuesta por World Athletics” como parte de las sanciones contra Rusia.
La postura de la IAU y sus implicaciones
La IAU ha instado a los organizadores de eventos de ultramaratón a no permitir la participación de atletas rusos o bielorrusos, argumentando que solo aquellos considerados “neutrales” deberían ser admitidos en competiciones oficiales. Zaborsky cruzó la línea de meta portando la bandera rusa, un gesto que ha sido señalado como el motivo principal de la decisión de la IAU.
A pesar de la controversia, el nombre de Zaborsky seguía figurando como ganador de la ‘6 Días de Francia’ en el sitio web de la IAU hasta el 18 de mayo. En declaraciones a la prensa, el atleta expresó que la situación podría no afectar significativamente el resultado, dado que la carrera fue organizada por la Global Organization of Multi-Day Ultramarathoners (GOMU), una entidad estadounidense. “No he visto ninguna declaración de ellos,” comentó Zaborsky.
Hasta el momento, la GOMU no ha emitido comentarios sobre el asunto ni ha incluido el resultado de Zaborsky en sus listados de récords. Este silencio plantea interrogantes sobre la postura que adoptará la organización ante la creciente presión internacional y las implicaciones políticas que rodean el deporte en la actualidad.
