
La empresa noruega de energía Equinor ha reanudado la construcción de su parque eólico offshore en Nueva York, tras la decisión de la administración Trump de levantar la orden que frenaba el avance del proyecto. Esta iniciativa, conocida como Empire Wind 1, se convertirá en el primer proyecto eólico marino que proporcionará electricidad directamente a la ciudad de Nueva York. La aprobación del proyecto por parte del Departamento de Interior bajo la administración Biden se produjo el año pasado, después de que Equinor firmara un contrato de arrendamiento emitido por el departamento en 2017.
Sin embargo, el secretario del Interior, Doug Burgum, había ordenado la paralización de la construcción el 16 de abril, argumentando que la administración Biden había apresurado la aprobación del proyecto «sin un análisis o consulta suficientes entre las agencias pertinentes en relación con los posibles efectos». Esta orden generó inquietud entre los inversores, quienes temían que la Casa Blanca pudiera dirigir sus esfuerzos a otros proyectos eólicos que ya contaban con permisos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció que Burgum y el expresidente Donald Trump acordaron levantar la orden de paralización y permitir que el proyecto avanzara «tras innumerables conversaciones con Equinor y funcionarios de la Casa Blanca». Según Hochul, Empire Wind respaldará 1,500 empleos sindicales.
Compromiso aparente con el gas natural
Burgum expresó su satisfacción por la «disposición de Hochul para avanzar en la capacidad crítica de gasoductos». En sus declaraciones, el secretario del Interior afirmó que «los estadounidenses que viven en Nueva York y Nueva Inglaterra verían beneficios económicos significativos y menores costos de servicios públicos gracias a un mayor acceso a gas natural estadounidense, limpio y asequible». Sin embargo, Hochul no mencionó el gas natural en su declaración, aunque reafirmó el compromiso de Nueva York de trabajar con la administración y entidades privadas en nuevos proyectos energéticos que cumplan con los requisitos legales establecidos.
Es interesante notar que Trump ha mostrado una postura crítica hacia la industria eólica, a pesar de haber promovido un agenda de dominación energética para Estados Unidos. En su primer día en el cargo, emitió una orden ejecutiva que prohibía nuevos arrendamientos para proyectos eólicos offshore en aguas estadounidenses y ordenaba una revisión de las prácticas de arrendamiento y permisos.
Empire Wind 1 comenzó su construcción en la primavera de 2024 y se encuentra ya más del 30% completo. Equinor ha invertido 2.5 mil millones de dólares en este proyecto hasta el momento, que contempla la instalación de 54 turbinas de hasta 910 pies de altura, capaces de generar 810 megavatios de electricidad, suficiente para abastecer a medio millón de hogares, según la compañía.
El director financiero de Equinor, Torgrim Reitan, calificó la orden de paralización de la administración Trump como «ilegal, extraordinaria y sin precedentes» durante la conferencia de resultados del primer trimestre de la compañía. «Hemos cumplido con esta orden. Sin embargo, la orden no incluía información sobre las supuestas deficiencias en la aprobación», añadió Reitan.
En la costa este de Estados Unidos, otros tres proyectos eólicos offshore están en construcción: Revolution y Sunrise Wind en Nueva Inglaterra, y Coastal Virginia Offshore Wind. Dominion Energy ha expresado confianza en que Coastal Virginia Offshore Wind continuará avanzando, mientras que Orsted se mantiene completamente comprometida con Revolution y Sunrise Wind.