
Un hallazgo que redefine la evolución de los tetrapodos
Un reciente descubrimiento en Australia ha revelado huellas de un ancestro de los reptiles que datan de hace 356 millones de años, lo que sugiere que los antepasados de estos animales aparecieron entre 35 y 40 millones de años antes de lo que se creía. Este hallazgo no solo retrasa el origen de los amniotes, un grupo que incluye reptiles, aves y mamíferos, sino que también proporciona nueva evidencia sobre cómo los animales hicieron la transición de vivir en el agua a habitar en la tierra. Los amniotes son fundamentales en esta transición, ya que fueron los únicos tetrápodos que evolucionaron para reproducirse en tierra.
Hasta ahora, los fósiles corporales y las huellas más antiguos asociados a los amniotes se habían fechado en 318 millones de años en Canadá. Sin embargo, los nuevos hallazgos, publicados en la revista Nature, desafían estas nociones históricas y sugieren que la transformación de los tetrápodos acuáticos a terrestres pudo haber ocurrido de manera más rápida de lo que se pensaba. El profesor Per Erik Ahlberg, coautor del estudio, expresó su asombro al respecto, afirmando que un único lazo de huellas puede cuestionar todo lo que se sabía sobre la evolución de los tetrápodos modernos.
La ubicación del descubrimiento, en el antiguo supercontinente de Gondwana, sugiere que Australia podría ser un lugar clave para buscar más fósiles de amniotes y reptiles. Los investigadores han identificado dos conjuntos de huellas que pertenecen al mismo animal, probablemente un ancestro de reptiles que podría haber medido alrededor de 80 centímetros. Este animal, el más antiguo conocido de los reptiles y amniotes, ayuda a los científicos a entender mejor cómo evolucionaron los tetrápodos. Los autores del estudio indican que la diversidad de tetrápodos durante este periodo podría haber sido mayor y más compleja de lo que se había asumido anteriormente, lo que subraya la importancia de seguir explorando los orígenes de los amniotes.