
La creciente rivalidad entre Estados Unidos y China ha tomado un nuevo rumbo, según declaraciones recientes de Michael Ellis, director adjunto de la CIA. A diferencia de la Guerra Fría con la Unión Soviética, la competencia actual se desarrolla principalmente en el ámbito económico, lo que convierte a China en un desafío único para la seguridad estadounidense.
Ellis ha señalado que “China es la amenaza existencial para la seguridad americana de una manera que nunca hemos enfrentado antes”. En una entrevista con Axios, destacó que la supremacía tecnológica en áreas como la inteligencia artificial, la computación cuántica, la biotecnología, los semiconductores y el almacenamiento de energía avanzado determinará el resultado de este nuevo enfrentamiento geopolítico.
Prioridades de la CIA en un nuevo contexto global
El director adjunto de la CIA también ha abordado la necesidad de una “evolución en las técnicas operativas”, dado que los métodos tradicionales de recopilación de inteligencia humana enfrentan limitaciones crecientes. “Si bien algunas de las herramientas y técnicas de las décadas de 1960 o 70 pueden seguir funcionando hoy en día, muchas de ellas necesitan ser actualizadas y renovadas”, afirmó Ellis.
Para hacer frente a este desafío, la agencia está en proceso de reclutar una “fuerza laboral de élite” con experiencia científica y técnica avanzada, enfatizando su intención de construir “la máxima meritocracia en la CIA”.
Por su parte, Beijing ha acusado repetidamente a Washington de aferrarse a una “mentalidad de Guerra Fría” y de buscar la dominación global en lugar de abrazar un mundo multipolar basado en la cooperación y el beneficio mutuo. La relación entre ambas potencias sigue marcada por una prolongada disputa comercial, que se intensificó bajo la administración del expresidente Donald Trump, quien impuso aranceles a los productos chinos, a lo que Beijing respondió con medidas de represalia.
Recientemente, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, reiteró la intención de la administración Trump de desviar su atención de los asuntos europeos hacia China. Durante una audiencia en el Senado, Rubio manifestó: “Cada dólar que gastamos en este conflicto [en Ucrania] en Europa está distrayendo tanto nuestro enfoque como nuestros recursos de la posibilidad de una confrontación mucho más seria y cataclísmica en el Indo-Pacífico”.
Ambas naciones han emitido declaraciones conjuntas tras la última ronda de negociaciones, comprometiéndose a resolver sus desacuerdos a través de “una apertura mutua, comunicación continua, cooperación y respeto mutuo”. Sin embargo, el trasfondo de estas palabras sugiere que la competencia económica y tecnológica seguirá siendo el eje central de la relación entre Estados Unidos y China en los próximos años.