
El peligro de los hongos patógenos en un mundo en calentamiento
La amenaza que representan los hongos infecciosos, responsables de millones de muertes anuales, se intensificará a medida que el planeta se calienta. Según un estudio reciente, que se encuentra actualmente en revisión por pares, se prevé que especies de hongos del género Aspergillus, comúnmente encontradas en todo el mundo, se expandan hacia nuevas regiones de América del Norte, Europa, China y Rusia. Estos hongos son conocidos por causar aspergilosis, una enfermedad potencialmente mortal que afecta principalmente a los pulmones. La investigación, llevada a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Manchester, utiliza simulaciones por ordenador para mapear la expansión futura de estos patógenos.
La prevalencia de los hongos en el medio ambiente es notable, ya que desempeñan un papel crucial en los ecosistemas, aunque su impacto en la salud humana es devastador. Se estima que las infecciones por hongos causan la muerte de aproximadamente 2,5 millones de personas cada año, aunque la falta de datos precisos sugiere que esta cifra podría ser aún mayor. A pesar de su relevancia, la investigación sobre los hongos ha sido relativamente escasa en comparación con otros patógenos como virus y bacterias. La creciente resistencia de estos hongos a los tratamientos antifúngicos añade un nivel de complejidad a la crisis de salud pública que representan.
La relación entre el cambio climático y la propagación de los hongos es un área de estudio emergente. A medida que las temperaturas globales aumentan, se espera que ciertas especies de Aspergillus, como Aspergillus flavus y Aspergillus fumigatus, se desplacen hacia el norte, lo que podría resultar en un aumento significativo de infecciones en regiones donde antes no existían. Estos hongos no solo amenazan la salud humana, sino que también pueden afectar la seguridad alimentaria al infectar cultivos. Por lo tanto, es fundamental que la comunidad científica y los responsables de políticas de salud se preparen para abordar el creciente desafío que representan estas infecciones fúngicas en un mundo cada vez más cálido.