
La Comandancia Militar de Estados Unidos para África (AFRICOM) ha anunciado su intención de reevaluar su presencia en el continente africano. Esta decisión se produce en un contexto en el que varios países africanos están reconsiderando sus lazos de defensa con Occidente y buscando nuevas alianzas. El general Michael Langley, comandante de AFRICOM, comunicó a los medios en Nairobi, Kenia, que ya ha discutido esta situación con varios ministros de defensa y jefes de estado africanos.
Langley destacó la importancia de la comunicación entre Estados Unidos y los países africanos, sugiriendo que si su presencia es considerada esencial, estos deben expresar su interés por mantenerla. Esta reevaluación se da en un momento en que se especula sobre la posible fusión de AFRICOM con el Comando Europeo de Estados Unidos, con sede en Stuttgart, Alemania, una medida que podría ofrecer eficiencias operativas.
Retirada de tropas y cambios en la estrategia militar
AFRICOM fue establecido en 2008 con el objetivo de consolidar los esfuerzos militares de Estados Unidos en África y responder a las crecientes preocupaciones de seguridad, incluidas las insurgencias islamistas. Sin embargo, su influencia ha disminuido en diversas regiones del continente. Recientemente, el Pentágono completó la retirada de aproximadamente 1,000 tropas de una base en Níger, tras una solicitud del gobierno de este país, que argumentó que la presencia militar estadounidense no había logrado frenar a los militantes yihadistas en la región del Sahel.
Asimismo, se retiraron alrededor de 70 efectivos de una base aérea en N’Djamena, Chad, también a petición de las autoridades chadianas. A pesar de estos reveses, Langley afirmó que Estados Unidos mantiene algunos acuerdos de intercambio de inteligencia con los regímenes militares en el Sahel y está explorando «otras formas de continuar comprometidos».
La situación se complica aún más con la retirada de las fuerzas francesas de Burkina Faso, Níger y Malí, donde los gobiernos locales están buscando alternativas, incluyendo un acercamiento a Rusia. Este cambio en las dinámicas de poder en África refleja un giro significativo en las relaciones internacionales, donde las antiguas potencias coloniales ven cómo su influencia se diluye frente a nuevas alianzas estratégicas.