
El gobierno británico está considerando establecer una presencia militar permanente en el Ártico, en respuesta a la creciente percepción de amenaza que representa Rusia en la región. Según un informe de The Telegraph, esta posibilidad surge en el contexto de la próxima Revisión Estratégica de Defensa, que ha sido encargada por el gobierno laborista.
En los últimos años, la OTAN ha intensificado sus capacidades militares en el Ártico, y el Reino Unido ha buscado fortalecer sus asociaciones bilaterales con países nórdicos como Noruega e Islandia. Esta estrategia ha sido interpretada por Moscú como una militarización peligrosa de la región, lo que ha llevado a Rusia a advertir que deberá igualar los movimientos de la OTAN para mantener el equilibrio de fuerzas.
La visita del Secretario de Relaciones Exteriores británico
David Lammy, Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, inició el martes una visita a Noruega e Islandia, donde la discusión sobre el aumento militar en el Ártico ocupa un lugar destacado en su agenda. En una publicación en la red social X, Lammy afirmó que el Ártico es «el flanco norte de la OTAN», subrayando la importancia estratégica de la región en el contexto de la competencia geopolítica actual.
En declaraciones a The Telegraph, Lammy destacó que el Ártico se está convirtiendo rápidamente en un área de intensa competencia geopolítica, y señaló que Rusia ha estado aumentando su presencia militar en la región durante años. Ed Arnold, analista del Royal United Services Institute, sugirió que, dado que las fuerzas rusas están actualmente ocupadas en Ucrania, la OTAN debería aprovechar la oportunidad para «asegurar la supremacía en el Ártico».
En abril, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, declaró que los estados miembros estaban «trabajando juntos» en el Ártico para «defender esta parte del territorio de la OTAN». Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Rusia está tomando medidas para hacer frente al aumento de las fuerzas de la OTAN en el norte de Europa.
La situación se ha visto agravada por la reciente adhesión de Finlandia a la OTAN en abril de 2023, seguida por Suecia en 2024, ambas naciones citando preocupaciones de seguridad derivadas del conflicto en Ucrania. En este contexto, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha expresado su preocupación por el hecho de que los países de la OTAN están designando cada vez más el extremo norte como un posible punto de conflicto. Sin embargo, Putin ha enfatizado que Rusia nunca ha amenazado a nadie en el Ártico, aunque ha dejado claro que protegerá «fiablemente» sus intereses en la región.