
Un estudio reciente ha desvelado un comportamiento poco común entre dos especies de tiburones que raramente se ven juntas: el tiburón tigre y el tiburón zorro oceánico. Este fenómeno fue documentado en un artículo publicado en la revista Frontiers in Fish Science, donde investigadores liderados por la Dra. Molly Scott, de la Universidad de Hawái en Manoa, describen un inusual agrupamiento de tiburones que se unieron para alimentarse de un cadáver en descomposición.
Tradicionalmente, los tiburones han sido considerados depredadores solitarios, pero este comportamiento de alimentación conjunta podría abrir nuevas vías para comprender la ecología de estas especies, así como sus interacciones sociales. En el caso específico del avistamiento, se identificaron al menos nueve tiburones zorro oceánicos y cinco tiburones tigre alimentándose de un cadáver que había perdido gran parte de su masa, dejando principalmente carne y grasa.
Interacciones pacíficas entre especies
El estudio destaca que, a pesar de que los tiburones tigre pueden alcanzar tamaños de hasta cuatro metros y son más costeros, mientras que los tiburones zorro oceánicos suelen ser más migratorios y solitarios, la interacción observada fue notablemente pacífica. «Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que documenta un agrupamiento de tiburones tigre y tiburones zorro oceánicos alimentándose simultáneamente y de manera pacífica», indicó la Dra. Scott.
Durante aproximadamente 8.5 horas, los investigadores pudieron observar a los tiburones alimentándose del cadáver en la costa de la Isla Grande de Hawái. A pesar de la presencia de hasta 12 tiburones, no se registraron comportamientos agresivos, ni dentro de la misma especie ni entre diferentes especies. Esta calma en un entorno donde los recursos son limitados y competidos, resulta sorprendente y sugiere una jerarquía social bien establecida entre los tiburones presentes.
Además, se observó que los tiburones tigre, al ser más grandes, dominaban la alimentación, mientras que los más pequeños, incluidos algunos tiburones zorro oceánicos, se mantenían cerca de la superficie, aprovechando los restos que se desprendían del cadáver. Este comportamiento podría indicar que los tiburones menores se sentían intimidados por la presencia de los más grandes o que simplemente estaban adaptándose a la dinámica del grupo ya establecido.
Este estudio, aunque realizado en un corto período, ofrece una nueva perspectiva sobre las relaciones entre especies de tiburones que normalmente no habitan en las mismas zonas. La constatación de que los tiburones no son los depredadores temibles que a menudo se les pinta en la cultura popular podría ayudar a cambiar la percepción pública sobre estos animales. Con la presencia de humanos en el agua durante la observación, ninguno de los fotógrafos reportó interacciones agresivas, lo que refuerza la idea de que los tiburones pueden ser parte de un ecosistema complejo donde su comportamiento social es más crucial de lo que se pensaba.
Este hallazgo no solo tiene implicaciones para la biología marina, sino que también invita a reflexionar sobre la gestión y conservación de estas especies, muchas de las cuales están amenazadas por la actividad humana. La investigación sobre sus comportamientos y relaciones sociales podría ser clave para desarrollar estrategias de conservación más efectivas y respetuosas con el equilibrio natural de los océanos.