El pasado fin de semana, el emblemático hotel Chateau Marmont de Los Ángeles fue el escenario de una exclusiva fiesta de escucha del nuevo álbum de Miley Cyrus, titulado Something Beautiful. Este evento, reservado para superfans de la cantante, conocidos como «Smilers», tuvo lugar en un ambiente íntimo donde los asistentes pudieron disfrutar de las melodías de su noveno álbum de estudio, que se lanzará el 30 de mayo.
A medida que los invitados iban llegando, las expectativas eran palpables. La periodista que cubrió el evento llegó con un leve retraso, destacando la habitual congestión del tráfico en Los Ángeles. Sin embargo, su preocupación principal no era solo el tráfico, sino también la elección de su atuendo. Optó por un abrigo de diseño herringbone con mangas de piel, un gesto que reflejaba el deseo de impresionar en un evento de tal magnitud.
Una vez dentro, los asistentes fueron recibidos en una sala tenue y abarrotada, donde un improvisado escenario contaba con un micrófono, una batería y un piano. Los fans se acomodaron para escuchar las canciones del nuevo álbum, describiéndolo como el más experimental de la carrera de Cyrus. Las letras introspectivas se entrelazaban con una variedad de géneros, desde pop hasta rock, soul, disco y música electrónica.
Entre los presentes se encontraban miembros de la familia Cyrus, como Tish y Brandi, lo que añadía un aire familiar al evento. Sin embargo, la atención de los fans estaba centrada en la posibilidad de que Miley hiciera su aparición. Al cabo de una hora, Brandi Cyrus tomó el micrófono para comentar sobre el álbum y, en un momento culminante, anunció que su hermana estaría actuando.
Cuando Miley finalmente apareció en el escenario, lo hizo vestida con un deslumbrante vestido mini adornado con cristales. Su presencia desató una ola de aplausos entre los fans. Comenzó su actuación con «More to Lose», seguida de su reciente sencillo «Easy Lover» y su éxito «Flowers». La conexión entre la artista y su público fue palpable, especialmente cuando Miley, tras la insistencia de los fans, se aventuró a interpretar «The Climb», un clásico de su carrera.
Durante su actuación, Miley reflexionó sobre sus experiencias personales y su evolución artística, enfatizando la importancia de su conexión con los fans. Al cerrar su set con «End of the World», agradeció a todos los presentes por su apoyo a lo largo de los años. Este agradecimiento se tradujo en un emotivo momento cuando un asistente, visiblemente emocionado, se arrodilló para proponerle matrimonio a su pareja, lo que sorprendió a todos, incluida la propia Miley.
Tras la actuación, la cantante interactuó con sus fans, firmando autógrafos y compartiendo risas antes de que su equipo de seguridad la retirara del evento. Los asistentes, aún abrumados por la experiencia, compartieron sus impresiones sobre el encuentro con su ídolo. Para muchos, fue una experiencia transformadora, un momento que quedará grabado en sus memorias.
El evento culminó con la entrega de bolsas de regalos que contenían merchandising del nuevo álbum, un gesto que subrayó la intención de Miley de conectar con su base de fans. Mientras los asistentes abandonaban el hotel, algunos continuaron la celebración en un bar cercano, marcando una jornada que, para muchos, representó un hito en su relación con la artista.
