En 2013, Stephen Curry sorprendió al mundo del baloncesto al firmar un contrato con Under Armour, una marca que por aquel entonces era poco conocida en el ámbito de las zapatillas deportivas, en lugar de unirse a Nike, el gigante del sector que dominaba el mercado de la NBA. Curry, que a lo largo de los años se ha consolidado como un referente no solo en la cancha, sino también en el ámbito empresarial, llevó a cabo esta decisión en parte gracias a la influencia de su compañero en los Golden State Warriors, Kent Bazemore.
Kevin Plank, fundador y CEO de Under Armour, presentó a Curry una visión innovadora que resonaba con aquellos que, como él, no encajaban en el arquetipo tradicional de un jugador de baloncesto. “Somos la marca de los desvalidos. Estamos aquí para aquellos que quizás no nacieron lo suficientemente grandes, altos, rápidos o fuertes”, comentó Plank en una de sus intervenciones.
Una decisión estratégica
La firma con Under Armour se consideró un hito en la carrera de Curry, no solo por la cifra del contrato, que ascendía a 4 millones de dólares anuales frente a los 2.5 millones que ofrecía Nike, sino también por el enfoque de la marca en la comunidad. Este contrato se concretó tras un fallido intento de Nike de captar la atención de Curry, donde sus ejecutivos incluso pronunciaron mal su nombre y utilizaron material de presentación anticuado.
Hoy en día, tras más de una década de colaboración, Curry ha diseñado una docena de modelos de calzado para Under Armour y ha creado una línea de productos que incluye ropa y accesorios. En 2023, la marca firmó una extensión de contrato, designando a Curry como presidente de la nueva Curry Brand, que opera bajo el paraguas de Under Armour.
Sin embargo, la trayectoria de Under Armour no ha estado exenta de desafíos. La compañía ha enfrentado cambios de liderazgo y una feroz competencia que han llevado su cotización en bolsa a descender drásticamente desde su máximo histórico en 2016. A pesar de ello, Curry ha conseguido construir su marca personal y contribuir a iniciativas que buscan elevar a comunidades menos favorecidas, como su compromiso de invertir parte de los ingresos anuales de la Curry Brand en proyectos en Oakland, California.
El impacto de Curry va más allá de la cancha de baloncesto. Ha desarrollado la Underrated Golf Tour, que busca fomentar la inclusión de minorías en el golf, resaltando la importancia de ser un pionero no solo en el deporte, sino también en el ámbito social. “La forma en que intenté ser un pionero en la cancha, queremos hacer exactamente lo mismo en lo que respecta a lo que esto significa para la comunidad”, afirmó Curry.
La historia de Stephen Curry y su asociación con Under Armour es un ejemplo de cómo una decisión estratégica puede transformar no solo una carrera, sino también la vida de muchas personas en comunidades que a menudo son pasadas por alto. En un mundo donde las grandes corporaciones a menudo dictan el rumbo, la elección de Curry por una marca considerada «underdog» muestra una clara afinidad hacia aquellos que, a pesar de las adversidades, luchan por hacerse un lugar en la sociedad.
