
Investigación sobre el granizo en Texas: un fenómeno meteorológico costoso y poco reconocido
En el corazón de Texas, un equipo de científicos se adentra en las tormentas severas para estudiar un fenómeno meteorológico que, aunque rara vez causa muertes, provoca daños significativos en propiedades y cultivos: el granizo. Este fenómeno meteorológico genera aproximadamente 10.000 millones de dólares en daños al año en Estados Unidos, lo que ha llevado a la comunidad científica a investigar más a fondo su formación y efectos. En un contexto donde la financiación para la investigación ha disminuido, proyectos como ICECHIP se han hecho imprescindibles, proporcionando datos valiosos sobre este fenómeno.
Los investigadores, equipados con vehículos especiales que protegen las lunas de impacto, se introducen en el núcleo de las tormentas, un área conocida como «shafts», donde la intensidad del granizo es máxima. Esta metodología innovadora se asemeja a la caza de tornados, pero centrada en la recolección de granizo de distintos tamaños y formas. El profesor de meteorología de la Universidad del Norte de Illinois, Victor Gensini, destaca la singularidad de esta experiencia, describiendo cómo el sonido del granizo contra el vehículo es similar al de un martillo golpeando la carrocería.
En sus recorridos por las llanuras de Kansas, Oklahoma y Texas, el equipo ha documentado granizo de más de 12,7 centímetros de diámetro, lo que representa un riesgo considerable para la infraestructura. Este tipo de investigación no solo es de interés académico; también cuenta con el apoyo de la industria de seguros, que busca comprender mejor los riesgos asociados al granizo. La investigación es crucial, ya que se prevé que, a medida que el cambio climático continúe, la frecuencia y gravedad del granizo aumenten, afectando aún más la economía y la seguridad de las comunidades en el medio oeste estadounidense.