
En un contexto de creciente interés por las criptomonedas, el nuevo stablecoin respaldado por el dólar, denominado USD1 y lanzado por la firma de finanzas descentralizadas de Donald Trump, World Liberty Financial, ha comenzado su andadura con resultados tibios. A pesar de un mercado que se estima en un cuarto de billón de dólares, el USD1 no ha logrado atraer la demanda esperada, según informes de analistas de Kaiko.
Desde su lanzamiento, el token ha mostrado actividad en PancakeSwap, una plataforma de intercambio descentralizado en la cadena de bloques de Binance, alcanzando volúmenes diarios de más de 14 millones de dólares tras su listado en Binance el 22 de mayo. Sin embargo, el volumen en Binance ha permanecido rezagado, con solo 8 millones de dólares, lo que sugiere que la adopción del USD1 es aún limitada.
Desafíos en la Adopción del USD1
Los datos indican que más de la mitad de la liquidez del USD1 en PancakeSwap proviene de solo tres billeteras, lo que plantea dudas sobre la demanda orgánica del token. Según McCarthy, analista de Kaiko, «estas billeteras eran de creación de mercado, por lo que probablemente están vinculadas al USD1 y al equipo de World Liberty Financial». Esto sugiere que la actividad observada podría no reflejar un interés genuino por parte de los usuarios.
Donald Trump Jr. ha defendido el USD1 como un activo estratégico no solo para su familia, sino también para la política monetaria de EE.UU., sugiriendo que los stablecoins podrían ser la salvación de la hegemonía del dólar a nivel mundial. Sin embargo, a diferencia de gigantes del sector como Tether y Circle, el USD1 aún no ha demostrado una adopción a gran escala, lo que ha llevado a que otros tokens competidores, como el RLUSD de Ripple, superen en volumen de comercio al USD1 de manera significativa.
La falta de socios institucionales y de incentivos promocionales que suelen ser fundamentales para generar tracción en el mercado de stablecoins ha dificultado su avance. Además, World Liberty ha lanzado un token nativo, WLFI, que también tuvo un debut discreto, pero que logró recaudar más de 550 millones de dólares a través de ventas de tokens, redirigiendo el 75% de las ganancias a entidades vinculadas a la familia Trump.
A pesar de una inversión de 2.000 millones de dólares en USD1 por parte del fondo MGX, con sede en Abu Dabi, la visibilidad y el volumen del token no han aumentado como se esperaría. McCarthy ha señalado que este tipo de acuerdos suelen potenciar la actividad de los activos en la cadena de bloques, pero en el caso del USD1, «no ha ocurrido nada que cause una velocidad del activo».
Las iniciativas del clan Trump en el ámbito de las criptomonedas han suscitado críticas, con voces como la senadora Elizabeth Warren calificando un reciente evento para los principales poseedores del token $TRUMP como un «orgía de corrupción», acusando al presidente de utilizar su cargo para enriquecer a su familia a través de estas nuevas tecnologías financieras. Las cifras indican que más de 5.200 millones de dólares en ganancias realizadas fluyeron hacia las billeteras más grandes, mientras que más de 590.000 usuarios vieron pérdidas por un total de 3.900 millones de dólares. Esta dinámica ha generado inquietudes sobre la concentración de riqueza y la explotación de los comerciantes minoristas, un fenómeno que, irónicamente, refleja los problemas del sistema financiero tradicional que las criptomonedas buscan desafiar.