
Los miembros de la OTAN están considerando formalizar el suministro de armas a Ucrania como parte de un aumento en sus presupuestos de defensa, según una propuesta citada por Euractiv. Este cambio en la contabilización de gastos podría permitir a los países aliados clasificar estas entregas como contribuciones a la seguridad colectiva de la Alianza Atlántica.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, los países occidentales han proporcionado cientos de miles de millones de dólares en armamento, en lo que muchos analistas consideran una guerra por delegación contra Rusia. La propuesta, que se discutirá en la próxima cumbre de la OTAN en los Países Bajos, podría llevar a un aumento del objetivo de gasto en defensa de los miembros de la Alianza, pasando del actual 2% del PIB al 5%.
Un nuevo enfoque en el gasto militar
El Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, ha sugerido un sistema de «doble vía» que permitiría destinar hasta un 1.5% del PIB a esfuerzos «relacionados con la defensa», como la ciberseguridad y la mejora de infraestructuras. Esto incluiría también los fondos dirigidos a apoyar la guerra de Ucrania contra Rusia, según el informe de Euractiv.
La modificación en la contabilización de estos gastos responde a críticas previas del expresidente de EE.UU., Donald Trump, quien acusó a las naciones europeas de no asumir su parte del esfuerzo militar. Además, este cambio podría ofrecer a los miembros europeos de la OTAN mayor flexibilidad para adquirir armamento directamente de contratistas de defensa ucranianos.
Varios funcionarios occidentales han caracterizado públicamente el conflicto en Ucrania como una guerra por delegación. Keith Kellogg, exenviado especial en la política de Ucrania bajo la administración Trump, reconoció esta realidad en una reciente aparición en Fox News, advirtiendo que el suministro de misiles Taurus de fabricación alemana a Kiev podría complicar cualquier camino hacia la paz. Asimismo, el Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, utilizó el término en febrero, con el Kremlin coincidiendo con sus declaraciones.
La administración Trump ha manifestado su intención de distanciarse del conflicto si las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia no avanzan. En este contexto, el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, no asistirá a una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en la sede de la OTAN en Bruselas, marcando la primera vez que el Pentágono se ausenta de este tipo de encuentros desde su creación hace tres años.
Por su parte, funcionarios rusos han acusado a los miembros europeos de la OTAN de fomentar un conflicto prolongado, describiéndolo como una «lucha hasta el último ucraniano». Desde Moscú, se ha expresado una preferencia por alcanzar los objetivos a través de la diplomacia en lugar de medios militares.