En un reciente operativo llevado a cabo en el Parque Nacional Nakuru, en el noroeste de Kenia, un equipo de expertos se enfrentó a la difícil tarea de trasladar a una joven rinoceronte hembra, que eludió a los operativos humanos tras recibir un disparo de tranquilizante. La intención era reubicarla en otro parque, pero su instinto de supervivencia la llevó a refugiarse en una zona boscosa, complicando el proceso de captura.
La situación requería una rápida respuesta. Los guardabosques, montados en vehículos 4×4, se adentraron en la espesura, mientras decidían administrar un antídoto para contrarrestar los efectos del tranquilizante, evitando así que la rinoceronte sufriera una caída que pudiera resultar fatal.
Retos en la reubicación de rinocerontes
El piloto del helicóptero, Taru Sheldrick, destacó que los rinocerontes son particularmente difíciles de translocar debido a su tendencia a buscar refugio en áreas densas tras ser anestesiados. «Siempre hay un poco de miedo al dartar a un rinoceronte, porque es una especie en peligro. Cada animal es extremadamente importante», comentó.
Históricamente, los rinocerontes han sido objeto de caza indiscriminada, lo que ha llevado a su casi extinción en varias regiones de África subsahariana. Actualmente, se estima que quedan aproximadamente 28,000 rinocerontes en el mundo, de los cuales casi 24,000 se encuentran en África, y Kenya alberga más de 2,000.
El Dr. Dominic Mijele, del Servicio de Vida Silvestre de Kenia (KWS), explicó que la reproducción de los rinocerontes se ve afectada si muchos de ellos viven en la misma área. Por lo tanto, la reubicación es crucial, aunque el proceso conlleva riesgos significativos, ya que los tranquilizantes pueden afectar la respiración y el ritmo cardíaco de los animales.
El operativo del pasado sábado fue bien coordinado; un equipo de rescate llegó al lugar en menos de dos minutos tras cada disparo. Los veterinarios trabajaron rápidamente para enfriar la temperatura corporal de los rinocerontes, asegurándose de que su respiración no se viera obstruida y administrando oxígeno mientras monitoreaban sus signos vitales. En total, se administró el antídoto 15 minutos después de que el equipo llegó al lugar, y los rinocerontes fueron finalmente transportados a sus nuevas ubicaciones.
Jochen Zeitz, propietario de la Reserva Segera, donde se han reubicado unos 20 rinocerontes en las últimas semanas, expresó su alivio tras el éxito de esta operación. La reserva, que se extiende por 200 kilómetros cuadrados, es el hogar de diversas especies de fauna salvaje, pero la ausencia de rinocerontes durante más de 60 años había sido una pérdida significativa.
La reintroducción de estos animales es parte de un esfuerzo mayor de conservación que se ha llevado a cabo durante más de dos décadas. Sin embargo, la amenaza del furtivismo sigue presente, lo que ha llevado a aumentar las medidas de seguridad con la incorporación de un mayor número de personal de vigilancia en la reserva.
La llegada de los rinocerontes a su nuevo hogar fue recibida con gran expectación. En la oscuridad de la noche, el sonido del metal al abrir las jaulas y los ruidos guturales de los animales marcaron el inicio de una nueva etapa para esta especie emblemática en Kenia.
