Los recientes disturbios en Paramount, California, han puesto de manifiesto la creciente tensión entre las autoridades migratorias y los grupos de protesta en Estados Unidos. La situación se intensificó el pasado fin de semana cuando manifestantes se enfrentaron a agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que llevó a la intervención de la Guardia Nacional y a la utilización de gas lacrimógeno por parte de las fuerzas del orden.
Tom Homan, el zar de inmigración del presidente Donald Trump, anunció en una entrevista que la Guardia Nacional se estaba «movilizando» para ser desplegada en el condado de Los Ángeles. Homan defendió la actuación de las autoridades, afirmando que «vamos a seguir haciendo nuestro trabajo» y que se tomarán medidas contra quienes «crucen la línea» durante las protestas.
Desarrollo de los disturbios
Los enfrentamientos comenzaron cuando un grupo de entre 350 y 400 personas se congregó cerca de un Home Depot, donde se encontraban agentes de ICE. Aunque no se llevó a cabo una redada en ese lugar, los manifestantes comenzaron a lanzar objetos a los agentes, lo que provocó la respuesta de la Patrulla Fronteriza y del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles, quienes utilizaron gas lacrimógeno y «munición menos letal».
El sheriff del condado, Robert Luna, explicó que su departamento fue inicialmente llamado para responder a una «toma de calles», pero posteriormente se unieron a la defensa de los agentes federales que se sentían amenazados. A pesar de que Luna subrayó que su departamento no está involucrado en la aplicación de la ley de inmigración, afirmó que apoyarían a cualquier agencia de seguridad que lo requiriese en caso de ataque.
La alcaldesa de Paramount, Peggy Lemons, criticó la falta de coordinación por parte de las autoridades federales, lo que, según ella, contribuyó al pánico y al caos en la zona. Lemons destacó la necesidad de una mejor comunicación para preparar a la comunidad ante situaciones de este tipo.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó los disturbios de «disturbio» y advirtió que cualquier persona que agreda a un agente de la ley será «procesada en la máxima medida de la ley». Por su parte, el subdirector del FBI, Dan Bongino, indicó que las autoridades están revisando las grabaciones de los enfrentamientos para identificar a los responsables de la violencia.
Estos incidentes se producen tras una serie de redadas migratorias en Los Ángeles que resultaron en al menos 44 arrestos administrativos. La situación refleja la polarización en torno a la política migratoria en Estados Unidos y el creciente descontento social frente a las acciones de las autoridades migratorias.
