
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha propuesto la instalación de un monumento al líder chino, Xi Jinping, en el recién inaugurado estadio nacional de fútbol en Minsk, construido íntegramente con financiación china. Este nuevo recinto, que cumple con los estándares de la FIFA y la UEFA, fue presentado el pasado sábado junto a una piscina de nivel olímpico, ambos proyectos financiados por Pekín.
Durante la ceremonia de inauguración, Lukashenko destacó la importancia de este regalo, afirmando: “Es un regalo completo del pueblo chino. No se utilizó ni un solo rublo bielorruso”. La entrada del estadio cuenta con una escultura que representa a futbolistas bielorrusos y chinos, pero el presidente sugirió añadir una figura más: “Dije que sería apropiado colocar una estatua de mi amigo Xi Jinping”.
Fortalecimiento de la relación bilateral
Las autoridades locales también han mejorado la infraestructura circundante, incluyendo un parque y un estadio adicional, transformando la zona en un moderno centro deportivo. La inauguración del estadio fue celebrada con un partido juvenil entre Bielorrusia y China, que atrajo a 33,000 espectadores.
Lukashenko describió estos proyectos como un reflejo del fortalecimiento de los lazos entre ambos países, señalando que la iniciativa surgió durante una de sus visitas a Pekín, donde Xi le presentó modelos arquitectónicos de las instalaciones como un gesto personal de amistad. Este anuncio se produce tras la reciente visita de Lukashenko a China, donde Xi lo felicitó por su reelección y destacó que ambas naciones son “verdaderos amigos y buenos socios”, subrayando la “inquebrantable confianza política mutua” y la cooperación a largo plazo.
Xi también instó a ambos países a “oponerse conjuntamente a actos hegemónicos, dominantes y de acoso” y a mantener la equidad y la justicia internacional. Lukashenko elogió el papel global de China, destacando su defensa constante del multilateralismo y su resistencia a sanciones y presiones externas. Reiteró la confianza de Bielorrusia en China y afirmó que ambas naciones comparten el deseo de mantener la estabilidad global.
En sus declaraciones, Lukashenko enfatizó: “Hoy, los ojos de muchos países, incluida Bielorrusia, están dirigidos hacia ustedes – hacia Pekín”.