
Un nuevo estudio publicado en JRSM Open revela que los trabajadores de la salud de minorías étnicas que han nacido en el extranjero enfrentan desventajas significativas en el ámbito laboral, debido a la intersección de su etnicidad y su estatus migratorio. Esta investigación, basada en datos del estudio nacional UK-REACH, es la primera en analizar cómo el estatus migratorio, frecuentemente pasado por alto en los registros de Recursos Humanos, impacta en la progresión profesional dentro del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido.
La investigación, que abarcó a más de 5,700 trabajadores de la salud empleados bajo la escala salarial Agenda for Change (AfC) del NHS, que incluye a enfermeras, comadronas y profesionales de la salud aliados, encontró que los empleados nacidos en el extranjero son considerablemente menos propensos a ser asignados a bandas salariales más altas, incluso después de ajustar variables como educación, ocupación y años de experiencia profesional.
Desigualdades en la progresión profesional
En particular, los trabajadores de salud asiáticos y negros nacidos en el extranjero tienen menos probabilidades de alcanzar las bandas salariales superiores en comparación con sus contrapartes blancas nacidas en el Reino Unido. Según el Dr. Ji Soo Choi, autor principal del estudio, «nuestros hallazgos destacan que el estatus migratorio desempeña un papel crítico en la configuración de las perspectivas profesionales de los trabajadores de salud, sin embargo, estos datos no se recogen de forma rutinaria. Estas disparidades no pueden ser abordadas sin ser primero reconocidas y documentadas».
A pesar de que los trabajadores de salud de minorías étnicas y migrantes representan casi una cuarta parte de la fuerza laboral del NHS, su presencia en posiciones senior es notablemente escasa dentro del marco AfC. Los trabajadores migrantes pueden enfrentar desafíos adicionales que son distintos de sus colegas no migrantes, como la dificultad en el reconocimiento de cualificaciones internacionales, redes profesionales limitadas y acceso restringido a formación continua.
La falta de recolección sistemática de datos sobre el estatus migratorio significa que estos problemas a menudo quedan fuera del ámbito de la investigación, creando un vacío que dificulta los esfuerzos para abordar la desigualdad en la fuerza laboral. Los autores del estudio instan a los responsables de las políticas del NHS a incluir el estatus migratorio en la recolección de datos rutinaria para facilitar intervenciones más específicas y efectivas.
El profesor Manish Pareek, coautor del estudio, señala que «los trabajadores de salud de minorías étnicas constituyen más de un tercio del personal en la banda 5 del NHS, pero su presencia disminuye drásticamente a solo el 10% en roles senior». Esta falta de diversidad en el liderazgo limita la influencia sobre decisiones laborales clave como salarios, horarios y políticas, lo que puede contribuir a un ambiente menos favorable para el personal de minorías étnicas y, en consecuencia, aumentar las tasas de abandono en un momento en que el NHS enfrenta desafíos persistentes de personal.
Los autores recomiendan que las políticas de personal del NHS aborden de manera explícita las barreras distintas que enfrentan los trabajadores de salud migrantes, que incluyen el acceso a la formación, el reconocimiento de credenciales y oportunidades de mentoría y liderazgo.