La regeneración celular es un fenómeno que, aunque común en muchas especies animales, resulta inalcanzable para los seres humanos en la mayoría de los casos. Mientras que podemos reemplazar ciertas células, como las de la sangre o del intestino, la pérdida de células sensoriales en el oído interno a menudo conlleva consecuencias permanentes, como la sordera o problemas de equilibrio. En contraste, especies como los peces, las ranas y los pollos pueden regenerar sus células sensoriales con facilidad.
Investigadores del Instituto Stowers para la Investigación Médica han hecho un avance significativo en este campo al identificar cómo dos genes distintos guían la regeneración de células sensoriales en el pez cebra. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre los mecanismos de regeneración en esta especie, sino que también podría abrir nuevas vías para estudios sobre la pérdida auditiva y la medicina regenerativa en mamíferos, incluidos los humanos.
Investigación y hallazgos clave
El estudio, publicado en Nature Communications el 14 de julio de 2025, fue liderado por el investigador Mark Lush y coautorizado por Tatjana Piotrowski, quien enfatizó que los mamíferos, incluidos los seres humanos, no pueden regenerar células ciliadas en el oído interno. Esto se vuelve especialmente relevante a medida que envejecemos o estamos expuestos a ruidos fuertes, lo que frecuentemente resulta en la pérdida de audición y problemas de equilibrio.
La investigación se centra en cómo se regula la división celular para promover la regeneración de células ciliadas y mantener un suministro constante de células madre. Utilizando técnicas de secuenciación, los investigadores descubrieron que dos genes diferentes, ambos del tipo cyclinD, regulan la división celular de dos tipos clave de células de soporte en el pez cebra. Este hallazgo podría ayudar a los científicos a determinar si procesos similares pueden ser inducidos en células humanas en el futuro.
El pez cebra es un modelo excepcional para el estudio de la regeneración debido a su transparencia durante el desarrollo y a su accesibilidad para la modificación genética. Esto permite a los científicos investigar los mecanismos de renovación de células madre y la proliferación de células precursoras, así como la regeneración de células ciliadas.
Piotrowski explicó que «durante el mantenimiento y la regeneración normal de los tejidos, las células necesitan proliferar para reemplazar las que están muriendo o siendo eliminadas», lo que solo es posible si existen células capaces de dividirse para reemplazarlas. La compresión de cómo se regula esta proliferación es crucial para entender el potencial de regeneración en otros tejidos, como el intestino o la sangre.
Las células de soporte activas en el pez cebra se dividen simétricamente, lo que permite al neuromasto, la estructura que alberga las células ciliadas, seguir generando nuevas células sin agotar las células madre. Al manipular genéticamente los genes cyclinD, los investigadores encontraron que podían regular independientemente la división celular de estas poblaciones, ofreciendo así una visión más clara de la dinámica del crecimiento celular en otros órganos.
Los hallazgos subrayan la posibilidad de que se puedan activar procesos similares en los mamíferos para fomentar la regeneración celular. Este estudio no solo tiene implicaciones para la regeneración de células ciliadas, sino que también podría extenderse a otros órganos y tejidos que, a pesar de no regenerarse naturalmente, podrían beneficiarse de un mejor entendimiento de estos mecanismos.
