La comprensión del clima primitivo de Marte ha sido objeto de estudio durante décadas, y un nuevo trabajo liderado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin aporta una perspectiva innovadora sobre este enigma. Según un artículo publicado en la revista Science Advances, la actividad volcánica en el pasado del planeta rojo podría haber generado emisiones de gases sulfurosos que habrían contribuido a un efecto invernadero, creando un ambiente potencialmente propicio para la vida.
El estudio se basa en datos obtenidos de meteoritos marcianos y en más de 40 simulaciones informáticas que exploraron distintas variables como temperatura, concentración y química de los gases. A diferencia de lo que postulaban modelos anteriores, que sugerían altas concentraciones de dióxido de azufre (SO₂), la investigación indica que Marte pudo haber experimentado niveles significativos de formas «reducidas» de azufre, como el sulfuro de sodio (H2S), el disulfuro (S2) e incluso el hexafluoruro de azufre (SF6), un gas de efecto invernadero extremadamente potente.
Un ambiente único en Marte
Según Lucia Bellino, autora principal y estudiante de doctorado en la Escuela de Geociencias de la UT, la presencia de azufre reducido podría haber inducido un ambiente brumoso que facilitaría la formación de gases invernaderos, como el SF6, capaces de atrapar calor y permitir la existencia de agua líquida. Este fenómeno podría haber configurado un entorno marciano único, similar a los sistemas hidrotermales en la Tierra que sustentan diversas formas de vida microbiana.
El enfoque del estudio se centra en la forma en que el azufre se comporta durante procesos geológicos, en lugar de limitarse a su liberación en la superficie. Esto proporciona una visión más realista del estado químico del gas antes de ser emitido, lo que puede influir en las condiciones climáticas iniciales del planeta. Además, los investigadores encontraron que el azufre en Marte podría haber estado cambiando constantemente de forma, observando que, mientras que los meteoritos presentan altas concentraciones de azufre reducido, la superficie marciana contiene azufre químicamente unido al oxígeno.
Un descubrimiento reciente de la NASA parece respaldar estas conclusiones. El rover Curiosity encontró azufre elemental en estado puro, lo que representa un avance significativo en la comprensión de la química marciana. Chenguang Sun, asesor de Bellino, subrayó la importancia de esta observación, ya que confirma las teorías sobre la precipitación de azufre elemental a partir de emisiones de S2.
A medida que avanza la investigación, el equipo planea utilizar sus simulaciones para explorar otros procesos esenciales para la vida en Marte, como la fuente de agua en el pasado del planeta y el papel de la actividad volcánica en el suministro de agua en la superficie. También investigarán si las formas reducidas de azufre podrían haber servido como fuente de alimento para microorganismos en un clima primitivo que recordaba a los sistemas hidrotermales de la Tierra.
El contexto actual de Marte, con temperaturas que rondan los -62 grados Celsius, contrasta fuertemente con las condiciones que podrían haber existido en su pasado. Bellino espera que los expertos en modelado climático puedan utilizar los hallazgos de su equipo para predecir cuán cálido podría haber sido el clima primitivo de Marte y, en caso de que existieran microbios, cuánto tiempo habrían podido subsistir en una atmósfera más cálida.
