Con el aumento de las temperaturas en Phoenix, Arizona, el Dr. Jeffrey Johnston, médico forense del condado de Maricopa, se prepara para el incremento de muertes relacionadas con el calor, un fenómeno que ha ido en aumento en la última década. Las fatalidades por calor en esta región pasaron de unas pocas decenas en 2014 a 645 en 2023. Johnston describe las olas de calor como eventos de masiva gravedad, que requieren una atención especial debido a su impacto en la salud pública.
A pesar de las condiciones extremas, el condado de Maricopa ha invertido considerablemente en la preparación y mitigación del calor. Se han habilitado múltiples centros de enfriamiento en Phoenix que operan las 24 horas, y se ha mejorado la comunicación pública sobre la seguridad ante el calor. Como resultado de estas medidas, el condado registró menos muertes por calor en 2023 en comparación con el año anterior, marcando una tendencia positiva en medio de un clima récord. Hasta ahora, en 2024, se han confirmado 185 muertes por calor, una cifra significativamente menor que las 284 registradas en el mismo periodo del año pasado.
Desigualdad en las muertes por calor
A diferencia de Maricopa, el condado de Clark, donde se encuentra Las Vegas, ha experimentado un aumento alarmante en las muertes por calor, que se triplicaron en solo tres años, alcanzando un récord de 513 fatalidades en 2024. Ariel Choinard, investigadora en el Instituto de Investigación del Desierto, señala que el verano de 2023 fue una llamada de atención. La falta de acceso a aire acondicionado y la vulnerabilidad de ciertas poblaciones, como personas sin hogar y residentes de barrios de bajos ingresos, agravan la situación. En Maricopa, casi la mitad de las muertes por calor en 2023 correspondieron a personas sin hogar, lo que subraya la necesidad de enfoques específicos para proteger a los más vulnerables.
La respuesta del condado de Clark ha sido más lenta, pero la creciente preocupación por el aumento de las visitas a urgencias y las muertes relacionadas con el calor ha llevado a los funcionarios a reevaluar sus estrategias. Aunque se han habilitado algunos centros de enfriamiento, estos no operan las 24 horas, lo que limita su efectividad. La falta de financiamiento adecuado para la preparación ante el calor es un desafío significativo para ambos condados, y la incertidumbre en torno a los fondos federales podría complicar aún más la situación. A medida que el cambio climático intensifica la frecuencia de las olas de calor, el manejo de este problema se vuelve cada vez más crítico para salvar vidas.
