Un reciente estudio realizado por SEO Economic Research ha puesto de manifiesto las graves consecuencias económicas que podría acarrear la imposición de un límite en el número de estudiantes internacionales en las universidades de Randstad, en los Países Bajos. Se estima que esta medida podría resultar en una pérdida de entre 4 y 5 mil millones de euros en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, con un impacto desproporcionado en la región de Randstad, que representa la mitad del PIB nacional.
El informe, encargado por varias universidades de la región, revela que el 82% de esta pérdida económica se concentrará en Randstad, donde los sectores más afectados incluyen los servicios empresariales (39%), las instituciones financieras (20%) y el sector público (10%). Este análisis pone de relieve la necesidad de una política de internacionalización equilibrada, tal como han solicitado las universidades holandesas en su propuesta conjunta de autorregulación, instando a los partidos políticos a considerar estos hallazgos en la elaboración de una Estrategia Nacional de Talento.
El valor de los estudiantes internacionales para la economía
Los estudiantes internacionales aportan un valor significativo a la economía holandesa. Según el estudio, estos graduados ayudan a mitigar la escasez de mano de obra en sectores con alta demanda de profesionales altamente cualificados, como los servicios empresariales y las finanzas. Además, la tasa de retención de estos estudiantes en los Países Bajos ha aumentado en los últimos años, pasando del 40% en el cohort de 2017-2018 al 57% en 2022-2023. Después de cinco años, el 25% de ellos continúa residiendo en el país, de los cuales el 80% tiene empleo.
Sin embargo, la política de restricción impuesta por el gobierno saliente, que busca ahorrar entre 80 y 132 millones de euros anuales, podría tener repercusiones mucho más severas. Este ahorro representa una fracción mínima del presupuesto nacional total de aproximadamente 488 mil millones de euros, y se traduce en un daño económico generalizado, afectando el mercado laboral, el clima empresarial y el PIB.
Las empresas que dependen de talento internacional están especialmente preocupadas. Un 30% de las compañías que emplean a muchos trabajadores extranjeros están considerando trasladar sus planes de crecimiento o actividades al extranjero si no pueden atraer a suficientes talentos. Esto aumenta el riesgo de perder inversiones, empleos y capacidad de innovación en los Países Bajos.
Además, los investigadores señalan que la calidad de la educación para los estudiantes holandeses también se verá afectada negativamente. La reducción de estudiantes internacionales y programas impartidos en inglés significa que se perderá parte del aula internacional, donde los estudiantes adquieren perspectivas globales, habilidades lingüísticas y competencias interculturales necesarias para enfrentar un mercado laboral y una sociedad cada vez más diversa.
Este informe, titulado «Fuera de Balance Sin Internacionalización?», enfatiza la importancia de una política de internacionalización equilibrada y resalta los efectos adversos de la Ley de Internacionalización en Balance (Wet Internationalisering in Balans – WIB), que limita el número de estudiantes internacionales en las universidades de Randstad. La investigación ofrece un análisis cuantitativo objetivo sobre el impacto económico de esta restricción y plantea la urgencia de reconsiderar estas políticas para salvaguardar tanto la economía como la educación en los Países Bajos.
