Un nuevo informe de la Iniciativa de Bioestrategias y Liderazgo (BSL) de la Hoover Institution ha puesto de relieve la creciente necesidad de medidas urgentes para garantizar la bioseguridad a largo plazo. Titulado «Biosecurity Really: A Strategy for Victory», el documento advierte que los riesgos biológicos están aumentando, impulsados por tecnologías emergentes y tendencias que hacen que las amenazas biológicas sean más numerosas y peligrosas.
El Dr. Drew Endy, autor principal del informe y científico senior en la Hoover Institution, subraya que «avanzar y asegurar la innovación biotecnológica es esencial para garantizar la biología». Esta afirmación se complementa con los comentarios de Mike Kuiken, destacado investigador visitante, quien enfatiza que «la bioseguridad requiere liderazgo de EE. UU. en biotecnología emergente».
Recomendaciones para la Bioseguridad
El informe propone una serie de acciones concretas para abordar los desafíos actuales en el ámbito de la bioseguridad:
- Establecer un programa sostenido de inteligencia biológica (BIOINT).
- Gestionar la desconfianza mutua a través de auditorías biológicas en el sector privado.
- Regular de manera más estricta la investigación con patógenos con potencial pandémico en una base multilateral.
- Desescalar y desarmar los programas de armas biológicas de los estados-nación.
- Crear un instituto nacional de bioseguridad.
- Establecer nuevos roles de liderazgo público y oficinas de coordinación.
- Promover el liderazgo en biotecnologías emergentes críticas, como la síntesis de ADN y la biología generativa.
- Fortalecer los estándares de calidad del aire interior.
- Fomentar la bioalfabetización y recompensar el liderazgo en bioseguridad.
El informe «Biosecurity Really» se adentra en un nuevo enfoque para la bioseguridad, enunciando varios principios clave que deben considerarse:
- Incorporar la IA y Biotecnología de manera integral: La biotecnología se convertirá en una tecnología de propósito general, y la IA será omnipresente. Por lo tanto, no se pueden aplicar estrategias que solo limiten el acceso a herramientas poderosas.
- Desconfianza pero verificación: Las estrategias de bioseguridad deben asumir la desconfianza como estado predeterminado, implementando un sistema de «bio-auditorías» en el sector privado para supervisar la investigación en laboratorios y universidades.
- Utilizar la biología para asegurar la biología: Es fundamental aprovechar las tecnologías que generan riesgos potenciales para fortalecer la vigilancia, las vacunas, los diagnósticos y los tratamientos.
- Desarrollar inteligencia biológica (BIOINT): La biología es el único ámbito en el que se espera que ocurra algo malo. Nuevas tecnologías pueden permitir un monitoreo en tiempo real de amenazas biológicas potenciales.
- Cambiar nuestros regímenes de gobernanza para la investigación de patógenos: Las normas anteriores ya no son suficientes; se propone seguir una regla de «no por defecto» para la investigación con patógenos con potencial pandémico, sujeta a revisión y aprobación multilaterales.
- Evitar la destrucción asegurada estúpidamente (SAD): La búsqueda de armas biológicas por parte de los estados-nación, motivada por el miedo y la sospecha, puede conducir a errores históricos repetidos con herramientas del siglo XXI.
Los autores del informe concluyen que es posible crear un mundo en el que estemos a salvo de daños biológicos prevenibles, sugiriendo que la pandemia de COVID-19 podría ser la última que la humanidad enfrente si se toman las medidas adecuadas.
