434 views 7 mins 0 comments

Las mambas negras, nuevos centinelas de la contaminación por metales pesados en África

In Sin categoría
octubre 12, 2025

La contaminación tóxica se acumula en las escamas de las serpientes: lo que aprendimos de las mambas negras
Mamba negra. Crédito: Nick Evans KZN Amphibian & Reptile Conservation

Las mambas negras (Dendroaspis polylepis) son las serpientes venenosas más largas y famosas de África. A pesar de su reputación temible, estas serpientes mal entendidas desempeñan un papel vital en sus ecosistemas. Controlan las poblaciones de roedores y, a su vez, ayudan a proteger los cultivos y limitar la propagación de enfermedades. Su distribución se extiende ampliamente por el África subsahariana, desde Senegal hasta Somalia y hacia el sur en Sudáfrica, adaptándose a muchos entornos.

Un estudio reciente dirigido por el zoólogo Cormac Price, junto a los profesores Marc Humphries y Graham Alexander y el conservacionista de reptiles Nick Evans, ha revelado que las mambas negras pueden ser indicadores de la contaminación por metales pesados. A continuación, se detalla el enfoque y los hallazgos de esta investigación.

Las mambas como indicadores de contaminación tóxica

El concepto de bioacumulación es clave para entender cómo las mambas pueden indicar la contaminación. Este fenómeno ocurre cuando sustancias químicas, como pesticidas o metales pesados, se acumulan en el organismo a partir de un entorno contaminado. Estas toxinas provienen de los productos residuales de actividades humanas, como la fabricación, que contaminan el agua o el suelo y se acumulan en plantas y animales.

Los venenos pueden ser absorbidos por las plantas y luego por los animales que las consumen, y así sucesivamente en la cadena alimentaria. Dado que las mambas se encuentran en la parte alta de esta cadena, es probable que acumulen una mayor cantidad de toxinas en sus cuerpos. Estos compuestos pueden alcanzar niveles peligrosos, generando problemas de salud en los organismos que se alimentan de ellas.

En el estudio, se analizaron cuatro tipos de metales pesados: arsénico, cadmio, plomo y mercurio, en muestras de mambas de la municipalidad de eThekwini, en el área metropolitana de Durban, Sudáfrica. Esta región es conocida por su puerto de contenedores y su amplio sector industrial que incluye manufactura química, petroquímica y automotriz, además de contar con una red de espacios verdes.

Los metales seleccionados son ampliamente utilizados en diversas industrias y pueden causar efectos adversos significativos en el organismo. El mercurio afecta principalmente al sistema nervioso, el arsénico puede causar cáncer y lesiones cutáneas, el cadmio perjudica los riñones y los huesos, y el plomo impacta en el desarrollo cerebral y las funciones sanguíneas. Dado que estos metales se acumulan con el tiempo y son difíciles de descomponer, incluso la exposición a bajos niveles puede llevar a la intoxicación crónica y a problemas de salud a largo plazo.

A pesar de la contaminación, las mambas en Durban parecen prosperar, aprovechando la abundancia de roedores en áreas urbanas. La presencia de asentamientos humanos suele generar desechos y alimentos en descomposición que los roedores aprovechan. Además, las mambas tienden a ser bastante específicas en cuanto a su hábitat, lo que permite una mejor indicación de los niveles de contaminación en un sitio determinado, convirtiéndolas en posibles bioindicadores.

Un bioindicador es una especie que nos ayuda a entender la salud de un ecosistema. Su presencia, ausencia o estado puede revelar si un entorno está en buenas condiciones o si está experimentando un aumento en la contaminación o degradación. Para este estudio, se utilizó un método no invasivo de recolección de escamas de serpiente, que son principalmente keratina, similar al cabello humano. Esto permite realizar un análisis sin causar daño a los animales.

En total, se recolectaron 31 mambas fallecidas por atropello y se analizaron muestras de músculo y hígado. Además, se tomaron recortes de escamas de 61 serpientes vivas. Este estudio marca la primera vez en África que se investiga si una especie de serpiente puede utilizarse como indicador de contaminación por metales pesados.

Los resultados mostraron que las concentraciones de metales pesados en las escamas coincidían con las encontradas en las muestras de músculo y hígado. Para tres de los cuatro metales, las escamas demostraron ser tan precisas como los métodos más invasivos. Se observó que las mambas acumulaban concentraciones significativamente más bajas de arsénico, cadmio y plomo en sitios naturales en comparación con áreas más industriales. El mercurio, por su naturaleza volátil, mostró diferencias menos significativas.

El interés por investigar las escamas de las mambas surgió tras una conferencia sobre anfibios y reptiles, donde se presentó un trabajo sobre contaminantes metálicos en serpientes tigre en Perth, Australia. A partir de ahí, y gracias a la colaboración con expertos en ecología de reptiles urbanos, se decidió probar las mambas como bioindicadores de contaminación en un contexto africano.

La lucha contra la contaminación depende en gran medida de las acciones de las autoridades municipales y los gestores de la ciudad. Las mambas están advirtiendo sobre el creciente peligro que representan estos contaminantes para la salud ambiental y, en última instancia, para la salud humana. Su presencia subraya la importancia de mantener espacios abiertos que beneficien tanto al medio ambiente como a la población de Durban. La historia que cuentan las serpientes está en manos de quienes tienen el poder de actuar.

/ Published posts: 26742

Diario obrero y republicano fundado el 14 de Abril de 2006.