
El ámbito del deporte femenino ha experimentado un notable auge en 2024, reflejado en un aumento significativo de la inversión publicitaria y la audiencia televisiva. Según un informe de la empresa de marketing televisivo EDO, los anunciantes gastaron 244 millones de dólares en deportes femeninos durante este año, lo que supone un incremento del 139% en comparación con el año anterior. El baloncesto se ha destacado como el deporte que ha recibido la mayor inversión, coincididiendo con un crecimiento del 131% en la audiencia televisiva de estos eventos.
Los anuncios emitidos durante los programas de deportes femeninos resultaron ser un 40% más impactantes que los anuncios promedio de horario estelar, según las métricas de EDO. Este fenómeno evidencia que el deporte femenino se está posicionando como uno de los sectores más valiosos para los anunciantes, como señala Laura Grover, vicepresidenta senior de soluciones para clientes en EDO. Grover destaca que muchas marcas que previamente tenían una presencia mínima en televisión están aprovechando estas nuevas oportunidades y los resultados están siendo muy positivos.
El baloncesto como líder en engagement
A pesar de que la inversión publicitaria y el crecimiento de la audiencia se han extendido a todos los deportes femeninos, el baloncesto ha logrado avances significativos tanto en programación como en protagonismo de las estrellas. El decisivo Juego 5 de las Finales de la WNBA se convirtió en el partido más visto de las finales en 25 años, estableciendo un récord de espectadores únicos durante la temporada regular de 2024.
Asimismo, los anuncios que se emitieron durante los playoffs de la WNBA generaron un 24% más de engagement por persona en comparación con el promedio de anuncios en horario estelar. Este aumento en las tasas de engagement se ha mantenido tanto en la temporada regular como en los playoffs y las finales, lo que indica un creciente interés por parte del público.
Las jugadoras de la WNBA, como Cameron Brink, A’ja Wilson y Caitlin Clark, han demostrado ser influyentes en el ámbito publicitario. Los anuncios que presentaban a Brink, por ejemplo, lograron ser significativamente más efectivos que los anuncios promedio de la WNBA. La relevancia contextual de los anuncios, es decir, aquellos que incorporan a las atletas en su contenido, ha demostrado ser crucial, logrando un 103% más de efectividad durante los partidos de la WNBA en comparación con los anuncios que no incluyen a jugadoras.
En el ámbito universitario, el torneo femenino de la NCAA también ha mostrado un rendimiento sobresaliente, con anuncios que resultaron un 18% más efectivos que los anuncios promedio. Este crecimiento en el interés es reflejo de la creciente popularidad del deporte femenino, que, al igual que en otras partes del mundo, está empezando a recibir el reconocimiento que merece.
Las marcas que lideran la inversión en deportes femeninos incluyen sectores como automoción, farmacéuticas, telecomunicaciones e incluso servicios financieros, mostrando una amplia variedad de interés en este nuevo panorama deportivo. Esta tendencia no solo beneficia a las marcas, sino que también empodera a las deportistas, quienes ven aumentadas sus posibilidades de visibilidad y éxito.