Con el inicio del Programa Nacional de Evaluación (NAPLAN) en Australia, un nuevo estudio de la Universidad de Australia del Sur (UniSA) destaca un factor crítico pero a menudo pasado por alto en el éxito escolar: el bienestar de los estudiantes. Esta investigación, que abarca a más de 215,000 alumnos, revela que las pruebas estandarizadas, aunque miden habilidades académicas, no capturan las dimensiones del bienestar emocional, el compromiso y la preparación para el aprendizaje, que son fundamentales para el rendimiento académico.
El estudio, publicado en el Journal of Learning Analytics, identifica la preparación para el aprendizaje—que incluye habilidades fundamentales como la perseverancia, la confianza y el compromiso—no solo como un resultado deseable, sino como un catalizador para el éxito académico. La investigadora de UniSA, la doctora Rebecca Marrone, enfatiza la relación intrincada entre el bienestar estudiantil y el logro académico.
El Impacto del Bienestar en el Rendimiento Académico
“El bienestar se reconoce cada vez más como un factor crucial que puede moldear el éxito académico y el desarrollo general de los estudiantes. Sin embargo, a menudo se pasa por alto, ya que los sistemas educativos tienden a concentrarse en los logros académicos estandarizados”, explica la doctora Marrone. “En esta investigación, mostramos cómo los factores de bienestar, particularmente la preparación para el aprendizaje, pueden influir en el aprendizaje y el rendimiento académico de los estudiantes, especialmente en condiciones de prueba”.
La investigación se basa en datos de la Colección de Bienestar y Compromiso de Australia del Sur (WEC) para evaluar el impacto del bienestar y el compromiso de los estudiantes de los años 4 a 10, así como su rendimiento académico en las pruebas NAPLAN y PAT entre 2016 y 2019. Benjamin Lam de UniSA indica que los resultados sugieren que las escuelas deben cambiar hacia un modelo que valore tanto el bienestar estudiantil como el logro académico como componentes integrales de una educación holística.
“El aprendizaje de los estudiantes es complejo y está influenciado por una variedad de diferencias contextuales e individuales”, añade Lam. “Cuando los estudiantes están mental y emocionalmente sanos, es más probable que estén comprometidos y motivados, lo que a su vez mejora su rendimiento académico. Sin embargo, esta relación no es lineal, y no podemos inferir que los estudiantes de bajo rendimiento tengan bajos niveles de bienestar, ni que los estudiantes de alto rendimiento tengan altos niveles de bienestar”.
Lam sugiere que las escuelas deben ir más allá de los resultados de las pruebas y adoptar un enfoque más personal y holístico para apoyar la confianza, la perseverancia y la preparación para el aprendizaje de los estudiantes. “Pueden hacer esto adoptando perfiles de aprendizaje que incorporen métricas de bienestar y compromiso junto con las calificaciones tradicionales, para que las escuelas puedan entender mejor y responder a las necesidades de cada estudiante”.
A medida que los estudiantes se preparan para sus próximas pruebas NAPLAN, esta investigación sirve como un recordatorio de que la educación es más que solo puntajes; se trata de construir confianza, resiliencia y disposición para aprender.
Martin Westwell, director ejecutivo del Departamento de Educación, subraya que el aprendizaje y el bienestar van de la mano y ambos deben ser apoyados por las escuelas. “El logro académico y la preparación para el aprendizaje están intrínsecamente interconectados, y eso se reconoce a través de nuestra Estrategia para la Educación Pública”, afirma Westwell.
Por su parte, el Ministro de Educación, Formación y Habilidades, Blair Boyer, destaca que Australia del Sur se centra en apoyar la salud mental y el bienestar en las escuelas. “Si un estudiante está luchando con su salud mental, sabemos que será menos capaz de concentrarse en la escuela, perderá conexión con sus amigos y comenzará a desconectarse del estudio”, explica Boyer. “Esta investigación de UniSA, la primera de su tipo en el mundo, confirma que el enfoque de Australia del Sur en la salud mental y el bienestar en la educación pública apoya el logro académico”.
“Por eso hemos invertido 50 millones de dólares para reclutar 100 especialistas en salud mental y apoyo al aprendizaje que estarán ubicados en las escuelas; la mayor inversión de su tipo. Al abordar las preocupaciones en el lugar, tenemos la mejor oportunidad de apoyar a nuestros estudiantes para que logren el éxito académico”, concluye Boyer.
