Un estudio reciente llevado a cabo por Sarah Dufour, profesora asistente en el departamento de didáctica de la Facultad de Educación de la Université de Montréal, ha revelado aspectos interesantes sobre cómo los niños pequeños categorizan los objetos en su entorno. La investigación se centra en niños de entre tres y cinco años, quienes fueron observados mientras organizaban alimentos de juguete en estanterías.
Dufour analizó las estrategias que estos niños desarrollaron al clasificar, ordenar y agrupar los objetos, lo que le permitió comprender los procesos subyacentes a la categorización. La investigadora llevó a cabo dos sesiones de observación de 30 minutos para capturar el razonamiento de los niños en acción, sin imponer instrucciones estrictas que pudieran limitar su creatividad.
Categorización: Teoría y Práctica
Según Dufour, categorizar implica organizar objetos según uno o varios criterios. En la literatura científica se distingue entre tres procesos: ordenar, clasificar y agrupar. Ordenar se refiere a disponer objetos en un orden específico, como alinear lápices de acuerdo a su tonalidad. Clasificar implica separar objetos basándose en un criterio predefinido, como agrupar lápices por color. Agrupar, por su parte, significa formar conjuntos basados en características comunes que los niños definen por sí mismos.
Dufour subraya que, por ejemplo, un niño podría notar que tres lápices de su colección son azules y decidir agruparlos, justificando su elección por el color similar, incluso si las tonalidades son diferentes. Esta capacidad de razonamiento es indicativa de un pensamiento avanzado, aunque los alumnos de primaria a menudo enfrentan dificultades para explicar sus métodos y criterios de clasificación.
La investigación sugiere que, con el apoyo adecuado, es posible acceder al razonamiento de los niños. Durante el estudio, algunos niños alternaron entre agrupar y clasificar y ajustaron sus agrupaciones al notar inconsistencias, lo que demuestra una flexibilidad cognitiva notable.
El estudio también destaca que los niños pueden ir más allá de la simple clasificación binaria, que divide los objetos en dos categorías: aquellos que poseen un atributo y aquellos que no. Dufour argumenta que, contrariamente a la creencia popular, los niños son capaces de desarrollar categorizaciones más complejas, creando múltiples grupos basados en diferentes criterios.
Estos hallazgos tienen implicaciones pedagógicas significativas, sugiriendo que, con el apoyo adecuado, los niños pueden desarrollar un razonamiento matemático sofisticado desde una edad temprana. La investigación ha sido publicada en el Canadian Journal of Science, Mathematics and Technology Education, lo que contribuye a un mayor entendimiento de cómo se forma el pensamiento categórico en la infancia.
Más información:
Sarah Dufour et al, Sérier-trier-grouper : La mise en oeuvre du processus de classification par des enfants âgés de 3 à 5 ans, Canadian Journal of Science, Mathematics and Technology Education (2025). DOI: 10.1007/s42330-024-00345-x
