
La familia del actor estadounidense Gene Hackman ha solicitado a un tribunal del estado de Nuevo México que impida la divulgación de fotografías y grabaciones relacionadas con la investigación sobre las muertes del aclamado intérprete y su esposa, Betsy Arakawa. Este esfuerzo se fundamenta en la necesidad de proteger la privacidad del matrimonio, que había llevado una vida discreta en Santa Fe durante más de tres décadas.
Según un representante del patrimonio de Hackman, se busca sellar los informes de autopsia y otros documentos investigativos, argumentando que la publicación de estas imágenes y vídeos, en particular los grabados por cámaras de la policía, podría resultar impactante y afectar aún más a la familia en un momento de duelo. La solicitud se produce tras el anuncio de que Hackman falleció a los 95 años debido a problemas cardíacos y complicaciones derivadas de la enfermedad de Alzheimer, mientras que su esposa perdió la vida a causa del hantavirus, una enfermedad poco común transmitida por roedores.
Los cuerpos de la pareja fueron hallados el 26 de febrero por trabajadores de mantenimiento en su hogar de Santa Fe, lo que dejó un enigma que las autoridades y los investigadores médicos intentan desentrañar. Julia Peters, representante del patrimonio, ha enfatizado la importancia del derecho a la privacidad en el contexto del duelo familiar, citando la Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos. La petición subraya el estilo de vida reservado que habían mantenido Hackman y Arakawa en Nuevo México, sin exponer su vida personal al público.
El marco legal de Nuevo México establece que la ley de acceso a los registros públicos protege ciertas imágenes sensibles, incluidas las que muestran a personas fallecidas. Amanda Lavin, directora legal de la Fundación de Gobierno Abierto de Nuevo México, ha indicado que, aunque algunas informaciones médicas no son consideradas de dominio público, la mayoría de los informes de autopsia y las investigaciones de muertes son accesibles al público, en aras de garantizar la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno.
Lavin ha expresado su preocupación por que la prohibición total de la divulgación de estos registros pueda comprometer la transparencia de las investigaciones. Además, ha señalado que la implicación de hantavirus en la muerte de Arakawa plantea una cuestión de salud pública que no debe ser ignorada. La solicitud de sellar los documentos en base a motivos constitucionales es un hecho poco habitual, lo que añade una capa de complejidad a un caso que ya genera un considerable interés mediático.