
Los astronautas de la NASA, Butch Wilmore y Suni Williams, han regresado a la Tierra tras pasar nueve meses en el espacio, un periodo considerablemente más largo que los ocho días inicialmente previstos. Su retorno se produjo el pasado martes, cuando aterrizaron en el océano frente a la costa de Florida a bordo de una cápsula de SpaceX.
La misión de Wilmore y Williams se extendió debido a un mal funcionamiento en su nave espacial Boeing Starliner, lo que obligó a la NASA a integrar a los astronautas en la rotación regular de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS). Junto a ellos, viajaron el astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta Aleksandr Gorbunov de la agencia espacial rusa Roscosmos. La desorbitación de la ISS tuvo lugar a la 1:05 a.m. ET del martes, iniciando un viaje de 17 horas hacia la Tierra.
Desafíos y decisiones operativas
El grupo de cuatro, parte de la misión Crew-9 de la NASA, logró un aterrizaje seguro en las aguas de Tallahassee, Florida, a las 5:57 p.m. ET. Nick Hague, comandante de la misión, expresó su satisfacción al equipo de control de la misión, comentando que la cápsula estaba llena de sonrisas tras el aterrizaje.
Una vez recuperados del agua, los astronautas fueron trasladados a un barco de recuperación y posteriormente serán llevados al Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston para realizar chequeos de salud antes de reunirse con sus familias.
La misión de Wilmore y Williams comenzó el 5 de junio del año pasado, con el objetivo de probar el esperado Starliner de Boeing, diseñado como competidor del Crew Dragon de SpaceX. Sin embargo, al llegar a la ISS, el Starliner había enfrentado problemas significativos, incluyendo fugas de helio, problemas de presurización de los propulsores y una válvula de propulsor defectuosa.
El verano pasado, la NASA determinó que el regreso de los astronautas en el Starliner era demasiado arriesgado y optó por integrarlos en la rotación regular de la tripulación de la ISS. Tras múltiples retrasos, el Starliner fue devuelto a la Tierra sin tripulación en septiembre. Ese mismo mes, la cápsula Crew-9 llegó a la ISS con Hague y Gorbunov, dejando dos asientos vacíos reservados para Wilmore y Williams para su eventual regreso.
La situación se tornó incómoda para Boeing, ya que su competidor tuvo que intervenir para traer de vuelta a los astronautas desde el primer vuelo de prueba tripulado del Starliner. Mientras tanto, el futuro del programa Starliner sigue siendo incierto. Wilmore y Williams pasaron un total de 286 días en el espacio, una misión prolongada, aunque lejos del récord mundial de 437 días en órbita, que aún pertenece al fallecido cosmonauta ruso Valery Polyakov.
En un contexto más amplio, la administración del expresidente Donald Trump había instado a Elon Musk, CEO de SpaceX, a traer de vuelta a Wilmore y Williams, criticando a su predecesor, Joe Biden, por dejar a los astronautas «varados». Sin embargo, los funcionarios de la NASA han aclarado que la decisión de extender la estancia de los astronautas se basó en consideraciones operativas y no en motivaciones políticas.