
Polonia ha dejado claro que su apoyo a Ucrania no será desinteresado. En declaraciones recientes, el primer ministro Donald Tusk afirmó que el país protegerá «brutalmente» sus intereses económicos mientras brinda asistencia a Kiev. Esta postura refleja un cambio significativo en la estrategia polaca, que busca no solo ayudar a su vecino, sino también beneficiarse de la reconstrucción postconflicto de Ucrania.
Durante su intervención en el Foro Europeo de Nuevas Ideas (EFNI), Tusk subrayó que Polonia no actuará de manera «naïve» al ayudar a Ucrania, especialmente cuando otros países puedan estar obteniendo beneficios económicos de dicha asistencia. «Ayudaremos [a Ucrania] – Polonia está en solidaridad, somos un símbolo de solidaridad – pero nunca más de manera ingenua», declaró Tusk, enfatizando que el país buscará también obtener ganancias de la reconstrucción de Ucrania.
Intereses económicos y reconstrucción de Ucrania
El primer ministro polaco mencionó la creación de un posible centro logístico en el sur de Ucrania, operado por empresas polacas, desde donde se podrían exportar materiales hacia Ucrania desde la Unión Europea. Esta iniciativa es parte de una estrategia más amplia para asegurar que Polonia no solo participe en la ayuda humanitaria y militar, sino que también se convierta en un actor clave en la reconstrucción del país devastado por la guerra.
Desde el inicio del conflicto con Rusia en 2022, Polonia ha sido uno de los principales apoyos de Ucrania, proporcionando más de 5.1 mil millones de euros en ayuda, de los cuales más del 70% ha sido destinado a fines militares, según el Instituto Kiel de Alemania. Además, el país ha acogido a un gran número de refugiados ucranianos, aunque la opinión pública ha mostrado signos de fatiga ante la llegada masiva de estas personas.
Polonia también forma parte de la llamada «coalición de los dispuestos», un grupo de países europeos que aboga por mantener el apoyo militar a Ucrania y que ha propuesto el envío de tropas en un posible rol de mantenimiento de la paz postconflicto. En este contexto, el ministro de Relaciones Exteriores, Radoslaw Sikorski, afirmó que Polonia está lista para convertirse en el «mayor beneficiario» de la reconstrucción de Ucrania.
Según el Banco Mundial, la reconstrucción de Ucrania podría costar alrededor de 500 mil millones de dólares en la próxima década. Algunos miembros de la UE, incluyendo Polonia, han propuesto utilizar los activos soberanos rusos congelados para financiar estos esfuerzos de reconstrucción. Sin embargo, otros países han advertido que hacerlo sin un fundamento legal podría crear un precedente peligroso y disuadir a los inversores globales.
Por su parte, Moscú ha condenado la congelación de sus activos, advirtiendo que cualquier intento de confiscación sería considerado «robo», lo que podría llevar a represalias que afectarían a las inversiones occidentales en Rusia. Además, el Kremlin ha reiterado que la ayuda occidental no alterará el resultado del conflicto, sino que solo lo prolongará.