ADVERTISEMENTLos cineastas iraníes Maryam Moghaddam y Behtash Sanaeeha han sido condenados por un tribunal de Irán a una pena de prisión suspendida de 14 meses por la producción de contenido considerado «obsceno» en su película My Favourite Cake, que se presentó en la Berlinale y ha sido reconocida como una de las mejores películas del año 2024. El fallo también afecta al productor Gholamreza Mousavi, quien ha recibido la misma condena y una multa de 400 millones de riales iraníes, equivalente a unos 8.240 euros.
La película sigue la historia de Mahin, una viuda septuagenaria que redescubre sus deseos en un entorno donde los derechos de las mujeres están severamente restringidos. Moghaddam ha explicado que su intención era retratar la realidad de la vida en Irán, abordando temas tabú como el canto, la danza y la falta de uso del hiyab en la intimidad del hogar.
Desde hace dos años, ambos directores han enfrentado una serie de interrogatorios y restricciones de viaje que les impidieron asistir a la premiere de su película en Berlín. Las acusaciones de obscenidad y de «propaganda contra el régimen» se suman a un contexto de creciente represión hacia artistas y creadores en Irán. El Centro para los Derechos Humanos en Irán ha denunciado que los artistas en el país sufren graves dificultades debido a la censura, detenciones arbitrarias y las constantes amenazas legales que enfrentan al expresar disidencia a través de su trabajo.
La sentencia de 14 meses ha sido suspendida durante cinco años, pero se produce en un momento en que la comunidad cinematográfica internacional ha mostrado su apoyo a los directores. Una petición firmada por figuras destacadas como Pedro Almodóvar y Juliette Binoche ha circulado para abogar por su libertad y la de otros artistas en circunstancias similares. En una entrevista, el director Mohammad Rasoulof ha destacado el ambiente de represión al que se enfrentan Moghaddam y Sanaeeha, quienes están bajo investigación por cargos que incluyen la difusión de «prostitución y corrupción en la Tierra». Rasoulof ha advertido que esta situación podría dar lugar a nuevos problemas, ya que el control que ejerce el régimen iraní sobre el contenido es cada vez más difícil de mantener.
La crítica ha elogiado My Favourite Cake como una obra que, a pesar de su tono trágico y cómico, presenta un mensaje de empoderamiento femenino que desafía las normas del régimen. La película, según los críticos, es un retrato sutil pero poderoso de las duras realidades que enfrentan las mujeres iraníes y un comentario sobre las consecuencias que pueden sufrir quienes se atrevan a tomar el control de sus destinos.
