
El nuevo film de Ryan Coogler, Sinners, ha captado la atención no solo por su narrativa oscura y su ambientación en el Mississippi de 1932, sino también por la tendencia de los asistentes a las proyecciones de vestirse de manera temática. La película, que ha sido calificada de épica vampírica con influencias del blues, presenta a Michael B. Jordan en el papel de dos hermanos gemelos, Smoke y Stack, quienes regresan a su hogar para abrir un juke joint, un bar de música en vivo, en medio de un contexto de violencia y enfrentamientos con vampiros. Esta historia es interpretada como una metáfora sobre la apropiación de la cultura negra, al mismo tiempo que se presenta como un homenaje a la cultura afroamericana.
Los asistentes a las proyecciones han adoptado el «method dressing», un fenómeno en el que se visten acorde a la temática de la película. Muchos espectadores, en un esfuerzo por rendir homenaje a los personajes y al contexto histórico de la película, han optado por vestimentas inspiradas en la moda de los años 30, así como en la estética de cazadores de vampiros. Entre ellos, Amari Starks y Jude Cuesta asistieron a una proyección en Dallas con atuendos que consideraban fieles a la época, buscando «mostrarse para los vampiros negros y los cazadores de vampiros negros», según Starks.
El concepto de «method dressing» no es nuevo en el ámbito del cine. A lo largo de los años, diversas películas han inspirado a los fans a vestirse de manera que refleje la temática del film. Por ejemplo, en el estreno de Black Panther, los asistentes también se vistieron de manera especial, creando un ambiente de celebración y pertenencia. Starks destacó la importancia de este tipo de actividad: «hay algo realmente especial en vestirse para una película».
Obiageli Amina, otra asistente, también decidió rendir homenaje a la película a través de su vestimenta, afirmando que «vestirse es poner lo que te hace sentir cómodo y te representa». En su caso, optó por un look masculino con un giro, que combinaba un botón oversized con un lazo, inspirado en las pinturas de Ernie Barnes, cuyas obras son referenciadas en escenas de Sinners.
Desde su estreno el 18 de abril, Sinners ha tenido un éxito notable en taquilla, recaudando 7.8 millones de dólares en su primer lunes, convirtiéndose en el segundo mejor lunes para una película de terror con clasificación R, solo superado por It de 2017. Además, logró ocupar el primer lugar en la taquilla durante su primer fin de semana, con 48 millones de dólares recaudados en Estados Unidos y 63 millones globalmente.
Ryan Coogler se ha dirigido a sus seguidores en una carta, expresando su gratitud por el apoyo recibido: «Siempre tuvimos en mente al público y sentimos una profunda responsabilidad de entretenerles y conmoverles de la manera en que solo el cine puede hacerlo».
El «method dressing» ha surgido como una forma significativa para que los aficionados expresen su aprecio por sus películas favoritas. En el contexto de Sinners, esta tendencia no solo resalta la conexión entre la moda y el cine, sino que también subraya el impacto cultural y social que el film tiene sobre su audiencia, especialmente dentro de las comunidades afroamericanas. La película de Coogler, por tanto, no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión y a la celebración de la identidad cultural.