
La escalada en interiores se ha convertido en una actividad popular, no solo por sus beneficios físicos, sino también como una forma de socialización y conexión con la naturaleza. Sin embargo, un reciente estudio ha revelado que las zapatillas de escalada, esenciales para esta práctica, podrían estar liberando sustancias químicas preocupantes en el aire de las salas de boulder, lo que plantea serias inquietudes sobre la salud de los escaladores.
Contaminación en los gimnasios de escalada
Investigadores de la Universidad de Viena y de la EPFL Lausanne han demostrado, por primera vez, que las concentraciones de productos químicos potencialmente dañinos procedentes de la abrasión de las suelas de las zapatillas de escalada pueden ser superiores a las que se encuentran en calles muy transitadas. Estos hallazgos fueron publicados en la revista ACS ES&T Air.
Durante el estudio, el grupo de investigación, liderado por el científico medioambiental Thilo Hofmann, analizó muestras de aire en cinco gimnasios de boulder en Viena. Utilizando un dispositivo llamado impinger, que simula el tracto respiratorio humano, los investigadores encontraron partículas en el aire que provenían de la abrasión de las suelas de las zapatillas. Estos compuestos químicos son similares a los utilizados en los neumáticos de los automóviles, incluyendo aditivos considerados perjudiciales tanto para la salud humana como para el medio ambiente.
La autora principal del estudio, Anya Sherman, quien también es amante de la escalada, destaca que los residuos negros visibles en las paredes de escalada son resultado del uso de estas zapatillas. Al escalar, los escaladores tienden a limpiar estas marcas para mejorar su agarre, lo que provoca que las partículas se levanten y se mezclen con el aire que respiran.
El estudio reveló que la contaminación del aire en los gimnasios de escalada era mayor de lo esperado, especialmente en áreas donde muchos escaladores se concentraban en espacios reducidos. Hofmann señala que los niveles medidos son de los más altos documentados mundialmente, comparables a las emisiones de carreteras con múltiples carriles en grandes ciudades.
Implicaciones para la salud y posibles soluciones
Entre las 30 pares de zapatillas analizadas, se identificaron varios contaminantes comunes en neumáticos de automóviles, incluyendo el 6PPD, un estabilizador de goma cuya transformación ha sido vinculada a la muerte de salmones en ríos. Aunque los efectos de estas sustancias sobre la salud humana aún no se han determinado con claridad, Hofmann advierte que no deberían estar presentes en el aire que respiramos. Resalta la necesidad de tomar medidas preventivas, especialmente para proteger a grupos vulnerables como los niños.
Afortunadamente, los operadores de los gimnasios estudiados mostraron un alto grado de cooperación y disposición para mejorar la calidad del aire en sus instalaciones. Las recomendaciones incluyen la implementación de mejor ventilación, limpieza más frecuente, evitar horarios de mayor afluencia y el desarrollo de zapatillas de escalada con menos aditivos perjudiciales.
El cambio hacia materiales de suela menos dañinos es fundamental. Según Hofmann, los fabricantes todavía no son lo suficientemente conscientes de este problema, ya que el caucho utilizado en las suelas contiene una mezcla de químicos indeseables. Se requiere más investigación para comprender cómo afectan estas sustancias al organismo humano.
El compromiso de los investigadores, como Sherman, es claro: seguirán escalando y trabajando para que su investigación contribuya a la creación de condiciones más saludables en los gimnasios de escalada, garantizando un futuro más seguro para todos los entusiastas de este deporte.