
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, ha responsabilizado a Irán por el suministro de armas a los combatientes hutíes en Yemen, advirtiendo que Teherán enfrentará consecuencias en el momento y lugar que Washington decida. Esta declaración se produce en el contexto de una campaña militar estadounidense que comenzó en marzo, con el objetivo declarado de proteger la navegación en el Mar Rojo, tras los ataques de los hutíes a buques comerciales en la costa yemení.
Hegseth, en un mensaje publicado en la plataforma X, afirmó: “Vemos su apoyo letal a los hutíes. Sabemos exactamente lo que están haciendo”. Además, enfatizó que Irán “sabe muy bien de lo que es capaz el ejército estadounidense —y fueron advertidos. Pagará las consecuencias en el momento y lugar de nuestra elección”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había lanzado previamente una campaña de ataques aéreos y navales contra los hutíes, a quienes Washington describe como “respaldados por Irán”. La estrategia de los hutíes incluye presionar a Israel en medio de su operación militar en Gaza, lo que ha llevado a un aumento de las tensiones en la región.
Reacciones de Irán y el contexto de los ataques
En respuesta a las acusaciones de Estados Unidos, Teherán ha negado categóricamente que dirija las acciones de los hutíes. El comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hossein Salami, declaró que “Ansar Allah (los hutíes), como representante de los yemeníes, toma sus propias decisiones estratégicas, y Irán no tiene papel en establecer las políticas nacionales u operativas de ningún movimiento en el frente de resistencia”.
Los últimos ataques estadounidenses en Yemen se llevaron a cabo el pasado martes, y por primera vez, aviones británicos participaron en las incursiones. Según la Real Fuerza Aérea, los ataques se dirigieron a instalaciones de fabricación de drones hutíes al sur de la capital yemení, Saná.
En un incidente relacionado, la Marina de Estados Unidos informó que un caza F/A-18 Super Hornet se perdió tras caer por la borda del portaaviones USS Harry S. Truman, que se encontraba en el Mar Rojo. Este suceso ocurrió mientras el buque maniobraba para evadir un ataque con misiles desde Yemen.