El horror en Jammu y Cachemira: Civiles viven el miedo de la guerra entre India y Pakistán

In Internacional
mayo 13, 2025

En las últimas semanas, la tensión entre India y Pakistán ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente en la región de Jammu y Cachemira, donde los residentes han vivido momentos de terror debido a intensos bombardeos y la presencia de drones en el cielo. Shazia Mir, una profesora de 42 años, ha compartido su angustia junto a su familia, que ha pasado noches en vela mientras el estruendo de la artillería pakistaní se escuchaba a lo lejos. Más de 20 civiles han perdido la vida en estos enfrentamientos, lo que ha generado un clima de miedo y desesperación entre la población local.

En Srinagar, la capital de Jammu y Cachemira, los habitantes han grabado videos de los drones que surcan el cielo, dejando estelas de luces rojas. La incertidumbre se apoderó de ellos, y muchos creyeron que la guerra había comenzado. “Cuando vimos esos puntos y drones en el cielo, pensamos que era el final”, relata Mir, quien se encontraba resguardando a sus hijos en un rincón de su hogar.

Un respiro tras el cese al fuego

La situación comenzó a cambiar tras el anuncio de un cese al fuego mediado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, en un intento por calmar las hostilidades. Este anuncio trajo un alivio temporal a los residentes que habían estado confinados en sus casas, temerosos de los ataques aéreos y el fuego cruzado. Mudassir Ahmad, otro vecino de la zona, expresó su alivio: “Nuestros hijos estaban aterrorizados. Miramos a la muerte de frente cuando los drones y los aviones de combate pasaban sobre nosotros.”

A pesar de la calma que siguió al cese al fuego, la memoria de los recientes ataques sigue presente. El sábado anterior, cinco civiles, incluido un alto funcionario gubernamental, fueron asesinados en el distrito de Rajouri debido a un intenso bombardeo. La población se había preparado para lo peor, acumulando víveres y medicinas, temiendo que una guerra a gran escala estuviera a punto de estallar.

La escalada militar entre las dos potencias nucleares se desató tras un ataque terrorista en el Valle de Pahalgam que dejó 25 turistas indios y un jinete local muertos. India acusó al grupo armado pakistaní Lashkar-e-Taiba de ser responsable y lanzó “Operación Sindoor”, atacando campamentos terroristas en Pakistán. En respuesta, Pakistán afirmó haber atacado instalaciones militares indias, intensificando así las tensiones en la región.

La incertidumbre llevó a miles de residentes de áreas fronterizas a huir, llevando consigo lo poco que podían cargar. Muchos han perdido sus hogares debido al bombardeo. “Huimos el viernes por la noche debido a la intensidad del fuego. Ahora estamos viviendo con un familiar en Sopore”, comentó un residente de Kupwara.

A pesar de que el cese al fuego ha traído un respiro, las tensiones no han desaparecido por completo. Horas después de su anuncio, se reportaron nuevas explosiones en Cachemira, lo que llevó a India a acusar a Pakistán de violar el acuerdo. El secretario de Relaciones Exteriores de India, Vikram Misri, advirtió que las fuerzas armadas responderían con firmeza ante cualquier nueva violación.

El analista político Zafar Choudhary ha señalado que la situación en la región es desesperanzadora y que el cese al fuego, aunque bienvenido, plantea desafíos. “Históricamente, los conflictos entre India y Pakistán han requerido intervención internacional, y esta vez, con las potencias globales en silencio, la situación se siente aún más alarmante”, afirmó.

Mientras algunos residentes comienzan a regresar a lo que queda de sus hogares, las cicatrices de la violencia tardarán en sanar. “He perdido todo”, lamenta Dilshada Khan, una residente de Gingal. “El cese al fuego está aquí, pero ¿a dónde iremos ahora? Queremos una paz duradera, una paz en la que no tengamos que huir nunca más.”

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