La apreciación por parte de los compañeros de trabajo puede desempeñar un papel crucial en la capacidad de los empleados para sobrellevar experiencias negativas en el ámbito laboral. Esta es la conclusión de un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de East Anglia (UEA) en colaboración con la Universidad de Chipre y la Universidad Aristóteles de Tesalónica en Grecia.
Los investigadores han observado que los empleados experimentan un estado de «amargura», que se define como una respuesta emocional ante injusticias percibidas en el trabajo, en días en los que se les asignan tareas que consideran poco razonables. Esta emoción negativa no solo afecta el rendimiento laboral, sino que también se traslada a la vida personal del trabajador, generando un aumento en la rumiación, es decir, en la tendencia a pensar de manera repetitiva sobre sentimientos negativos y sus causas. Este fenómeno puede dificultar la desconexión del trabajo, lo que impide la recuperación del estrés laboral.
El estudio, publicado en la revista Work & Stress, resalta que este ciclo perjudicial ocurre principalmente en aquellos días en los que los empleados perciben una menor apreciación por parte de sus colegas. La investigación subraya la importancia del reconocimiento en el entorno laboral como un medio para mitigar el impacto emocional de las tareas consideradas ‘ilegítimas’, que son vistas como innecesarias o irrazonables, y cómo esto puede proteger el bienestar de los empleados.
El papel del reconocimiento en el bienestar emocional
George Michaelides, profesor de Psicología del Trabajo en la Norwich Business School de la UEA, ha señalado que «nuestros hallazgos destacan cómo la asignación de tareas irrazonables puede violar el sentido de justicia de los empleados y perjudicar su bienestar emocional». Además, enfatiza la importante función que deben desempeñar los supervisores al minimizar estas tareas y priorizar las responsabilidades fundamentales.
Por su parte, la autora principal del estudio, la doctora Evie Michailidis de la Universidad de Chipre, ha añadido que «la importancia de la apreciación para mitigar los sentimientos de amargura no puede ser subestimada. Sin reconocimiento, las tareas irrazonables fomentan un estado de amargura que se extiende a la vida privada, dificultando la desconexión mental y la recuperación después del trabajo».
La investigación también pone de manifiesto que las tareas consideradas innecesarias por los empleados, como redactar un informe que nadie leerá, socavan su sentido de propósito y valor en el trabajo. Por otro lado, las tareas irrazonables suelen ser aquellas que los empleados consideran que superan sus capacidades o responsabilidades, como solicitar a un empleado senior que realice trabajo de un principiante, lo que genera una percepción de injusticia al vulnerar expectativas de equidad y respeto en el entorno laboral.
Los autores del estudio recopilaron datos de 71 empleados mediante encuestas diarias a lo largo de cinco días laborables. Estas encuestas permitieron a los investigadores rastrear las emociones de amargura, el grado de involucramiento en tareas ilegítimas, la cantidad de aprecio sentida por parte de colegas y supervisores, así como el tiempo que los empleados dedicaban a pensar en el trabajo durante su tiempo libre. La muestra incluyó participantes de diversos sectores, siendo la mayoría de ellos del ámbito de la contabilidad y las finanzas.
La apreciación ha sido reconocida como un importante amortiguador frente a los efectos de las tareas ilegítimas y la amenaza a la identidad profesional que los empleados experimentan en su exposición a ellas. Este reconocimiento proviene de figuras significativas en el trabajo, como supervisores o compañeros, y es fundamental para crear un entorno laboral más positivo y resiliente.
