Una empresa australiana, Gilmour Space Technologies, se prepara para realizar el primer lanzamiento orbital de un cohete desarrollado localmente, que está previsto para este jueves. Este hecho marcaría un hito en la industria espacial del país, ya que sería el primer lanzamiento orbital de un cohete australiano desde suelo australiano.
El cohete Eris, de tres etapas y con una altura de 23 metros, despegara desde un espacioport cercano a Bowen, en la costa este de Australia. Este lanzamiento ha sido autorizado por la Agencia Espacial Australiana y se llevará a cabo dentro de una ventana de varios días, dependiendo de las condiciones meteorológicas. Adam Gilmour, el director ejecutivo de la compañía, ha expresado su cautela ante el desafío que representa este lanzamiento. «Si realmente orbita la Tierra, probablemente tendría un ataque al corazón, de lo sorprendido que estaría, pero delirantemente feliz», afirmó Gilmour en una entrevista con AFP.
Preparativos y expectativas
La empresa ha estado trabajando en este proyecto durante aproximadamente una década, apoyada por inversores privados, incluidos el grupo de capital riesgo Blackbird y el fondo de pensiones HESTA. Gilmour destacó que esta será la primera vez que una empresa australiana se encargue del diseño, la construcción y el lanzamiento del cohete desde su propio sitio de lanzamiento. «Hemos hecho todo», subrayó.
El cohete, que pesa 30 toneladas cuando está completamente cargado, utiliza un sistema de propulsión híbrido, que combina un combustible sólido inerte con un oxidante líquido, lo que le proporciona el oxígeno necesario para su funcionamiento. Para esta prueba, el cohete llevará como carga un tarro de Vegemite, un popular acompañamiento australiano para el desayuno. Sin embargo, el diseño del cohete tiene una capacidad de carga de entre 100 y 200 kilogramos, y se están desarrollando futuras mejoras para aumentar esta capacidad.
El éxito de este lanzamiento no solo representaría un avance significativo para Gilmour Space Technologies, sino también para la industria espacial australiana en su conjunto. La compañía tiene la intención de comenzar lanzamientos comerciales a finales de 2026 o principios de 2027, con el objetivo de aprovechar el creciente mercado de satélites pequeños. Gilmour insistió en la necesidad de actuar con rapidez, «hay miles y miles de satélites que necesitan ser lanzados a baja órbita y no hay suficientes cohetes. Las señales son muy claras al respecto», concluyó.
